MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La Comunidad de Madrid ha indicado este sábado que está logrando «mejorar» la producción agrícola, en concreto la calidad de los productos hortícolas en la región, con la reutilización de lodos de depuradora como fertilizantes.
Según ha informado el Ejecutivo regional en un comunicado, al depurar las aguas residuales queda un fango o lodo, rico en materia orgánica y nutrientes, que resulta «de gran riqueza para los suelos agrícolas, especialmente en España y otros países mediterráneos que por su clima tienen un terreno más empobrecido». De este modo, a su juicio, se contribuye a la gestión sostenible de materiales residuales y se impulsa la economía circular que «propugna» el Gobierno regional.
En cuanto a los cultivos hortícolas, al aumento de la producción se une «una mayor calidad» de los productos, ya que la aplicación de estos materiales los puede favorecer la producción de compuestos antioxidantes en los vegetales de consumo. Este tipo de aplicaciones suponen la sustitución parcial o total de fertilizantes minerales, evitando problemas de eutrofización de aguas subterráneas por la lixiviación de sales solubles, al mismo tiempo que contribuye a mitigar la producción de gases de efecto invernadero que supone su producción.
El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) es el responsable de este proyecto. Sus expertos evalúan la idoneidad de los lodos de depuradora tratados, deshidratados, compostados o secados térmicamente para el uso agrícola, teniendo en cuenta sus características, la tipología del suelo y el uso.
La utilización de este tipo de residuos supone la recuperación de los recursos contenidos en estos materiales, materias orgánicas y nutrientes, que permiten un mayor rendimiento de la producción de los cultivos y mejoran la fertilidad de los suelos. Asimismo, con esta reutilización se logra disminuir los procesos de erosión y desertificación que resultan tan acuciantes en la climatología mediterránea.
Por otro lado, el incremento de la materia orgánica favorece, se el secuestro de carbono en los suelos, aumentando su fertilidad, impulsando la seguridad alimentaria y permitiendo la mitigación y adaptación al cambio climático, objetivos de la iniciativa ‘4 por 1.000: Suelos para la Seguridad Alimentaria y el Clima’ que se puso en marcha en París en el año 2015 como una de las seis iniciativas de ámbito agrario de la agenda de acción por el clima de Lima-París y al que la Comunidad de Madrid se ha sumado.