A todo el mundo, siempre dentro de nuestras posibilidades, nos encanta comer o cenar fuera. Probar diferentes gastronomías, descubrir sitios nuevos, no tener que lavar después los platos… Muchos son los motivos por los que decidimos abandonar la sartén en el armario y dejar que sean otros los que cocinen en nuestro lugar. Pero también es cierto que nos pirra la comida casera, sobre todo porque es todo lo sana que queramos y, las cosas como son, el sabor es totalmente distinto.
Y la pregunta es, ¿podemos tener todo esto en único sitio? La respuesta es sí, y se resume en una palabra: Periplo. En este acogedor local tenemos ocasión de disfrutar de la mejor cocina griega pero elaborada de manera casera de verdad.
En un espacio en el que nos encontramos con “solo” cuatro mesas y una barra, se sirven especialidades características del país mediterráneo con ese toque que nos dice que se ha hecho siguiendo la receta tradicional. Empezando por los imprescindibles entrantes (tzatziki, hummus o musaka) y continuando con los platos principales. Aquí tenemos que detenernos en el el pastitsio (una especie de lasaña hecha con macarrones y queso feta) y en la ensalada dakos, dos de las opciones que son imprescindibles.
