En plena milla de oro de Madrid se encuentra uno de los restaurantes en los que degustar auténtica comida italiana. SottoSopra es uno de esos lugares donde la experiencia comienza desde que entras por la puerta, desde que llegas a su terraza, en la que incluso en invierno se está de maravilla, te sientes como si te hubieras transportado a la misma Italia. La oferta gastronómica de SottoSopra traspasa con holgura los tópicos de pasta y pizza, por eso es diferente.
SottoSopra significa «patas arriba» y se corresponde con su filosofía y cocina. La carta ofrece platos típicos tradicionalmente vinculados a la cocina romana, pero revisados con toques innovadores que logran sorprender al paladar.
La carta cuenta con numerosos entrantes y Rossetas (seña de identidad del restaurante) que pueden elegirse para comenzar a abrir boca. Entre ellos destacan platos típicos como la fritura de verduras con mayonesa aromatizada, el carpaccio de carne con espuma de pecorino, la tartaleta de pasta quebrada con huevo duro, tartufo y pecorino o la pizza frita con variedad de mortadelas.
QUE NO FALTE LA PASTA
Entre los platos principales destaca, como no puede ser de otra manera, la pasta. El plato estrella indiscutible es el Cappellaccio di spuma di carbonara e guanciale crocante, una especie de ravioli con forma de sombrero, rellenos de queso y con bacon crujiente. Además, tienen otros platos como lasaña, risotto o los que aseguran que son los mejores espaguetis carbonara de Madrid.
Una de las señas de identidad de Sottosopra son sus tradicionales Rossetas. El nombre viene dado de un pan típico de Roma (rosetta) que, relleno de diferentes ingredientes, podría describirse como la mejor versión italiana del mini-bocadillo o montadito. Se pueden probar en su versión salada, como la mini rosetta con variazione di mortadella, con mortadelas de Bolonia, clásica, con trufa, y con guindillas o la rosetta di panzanella romana, con tomate, pepino, cebolla y albahaca. Pero también las hay dulces, con crema de cacao.
EL TOQUE DULCE
Sucumbir a la tentación del postre nos es difícil, dada su limitada pero cuidada selección de dulces: tiramisú, maritozzo con nata o un buen helado. Además de las ya mencionadas Rossetas de nocilla tradicional con la receta «de toda la vida».
Como buen restaurante italiano, no puede faltar el buen vino para acompañar todos los platos.
Dónde: Callejón de Puigcerdá, 8
Cuándo: el horario de apertura al público es de 13:00h a 00:30h todos los días.
Precio:35 euros por persona aproximadamente.