Torrelaguna es un municipio de la Sierra Norte que linda con la provincia de Guadalajara. Con una superficie de unos 43 kilómetros cuadrados y más de 4.500 habitantes, la villa se sitúa a 744 metros de altitud y en un terreno rodeado de sierras: Somosierra al norte y la Concha al este.
En 1974, Torrelaguna fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. Es un enclave que representa el nordeste de la Comunidad de Madrid. Fue cuna del ilustre Cardenal Cisneros, quien fuera regente de España en tres ocasiones y fundador de la universidad de Alcalá de Henares. También albergó a otros grandes personajes, como arzobispos, rectores y ciclistas. En cuanto al nombre de la villa, la mayoría de las fuentes coinciden que Torrelaguna tiene su origen por la existencia en el pueblo de una torre circular y una laguna, actualmente desparecidas.
El municipio es un cruce de caminos y culturas. Y es que a lo largo de su historia han esta presente las culturas prehistórica, celtíbera, romana, visigoda e islámica, como indican los restos arqueológicos descubiertos en el término municipal. Esto se debe a su geografía que aportaba seguridad ante los enemigos y alimentos para vivir. Sus calles de trazado medieval tienen un encanto que permite perderte entre ellas y disfrutar de la arquitectura castellana que sigue preservando en sus edificaciones.
RICO PATRIMONIO NATURAL
Aunque las sierras más altas no alcanzan los 1.000 metros, la geografía de la zona aporta oportunidades de disfrutar de la naturaleza de la Sierra. Su área norte está cubierta de monte bajo que es rico en espliego, romero, tomillo, jara y retama; al igual que diversos árboles como álamos, encinas, enebros y chopos. Por otra parte, los llanos del sur están colmados de cultivos intensivos de secano, labrados y en barbecho, así como pastos para el ganado.
De igual modo, en el municipio hay dos montes de utilidad pública. Se tratan de las plantaciones de olivares más antigua y abundantes de la región. En su mayoría, son parcelas reducidas y a veces aterrazadas.
Entre ello, destaca un enclave natural por sus encinas, alcornoques y quejigos, la Dehesa de Valdegallego. Hoy en día el espacio está acondicionado como área de recreo. En él que puedes despejarte y ejercitarte en sus zonas de sombra y de baja latitud. Asimismo, la naturaleza que rodea la villa de Torrelaguna hace ideal que los deportistas disfruten de deportes al aire libre y de numerosas rutas de senderismo, naturales y en bici.
RICO PATRIMONIO CULTURAL
Curiosamente, la actual Casa de la Cultura fue en la antigüedad una mezquita y una sinagoga. Otra muestra de la presencia de otras religiones, la musulmana y la judía. Igualmente, la estructura medieval de la villa aún permanece y se puede percibir claramente. Uno de sus principales reclamos puedes encontrarlos en su Plaza Mayor. Allí se encuentra la basílica de Santa María Magdalena, que se comenzó a construir en el siglo XV. Es una joya de la arquitectura gótica madrileña, aunque también cuenta, sobre todo en las capillas del interior, con elementos barrocos renacentistas y platerescos.
A su lado, está ubicado el Ayuntamiento, que fue un antiguo almacén de grano construido en 1514 y que mantiene características del Renacentismo. Otros puntos de interés de esta plaza son la Puerta de Burgos, el Monasterio Francisco de la Madre de Dios y la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad.
Asimismo, destaca la Alhóndiga, una arquitectura popular del siglo XIV y XV. También se puede admirar palacetes y casas señoriales de entre los siglos XVI XIX a lo largo de las calles Cava, Cisneros y la plaza de la Montera. También, un conjunto de torres defensivas árabes de siglo X, la Atalaya de Arrebatacapas, están distribuidas en torno al río Jarama.
GASTRONOMÍA Y FESTIVIDADES
Esto es solo una pequeña muestra de la riqueza arquitectónica, cultural y natural que se pueden encontrar por las arterias de Torrelaguna. Así, a escasos 60 kilómetros de la capital, la villa se erige como un destino ideal para una escapada. Además, gracias a su rica gastronomía serrana se puede paliar el apetito con platos de la zona y que se conocen por su cocina de asados, legumbres y embutidos.
Si estás pensando en acercarte hasta este enclave y quieres disfrutar en un ambiente festivo, te recomendamos dos fechas claves. Una de ellas es la Romería de Santa María de la Cabeza durante la primera quincena de junio. La otra son sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Soledad que se celebra a principios de septiembre, en los que no faltará fuegos artificiales, verbenas, pasacalles y comidas populares.