Los escualos que viven en las instalaciones del Zoo Aquarium de Madrid ya cuentan con un elemento más en su piscina: el tradicional Belén Navideño.
A una profundidad de cuatro metros y 23 grados de temperatura, enfundados en trajes de neopreno, provistos de aletas y máscaras, un equipo formado por dos biólogos y dos acuaristas se ha encargado de la instalación de cinco figuras de metacrilato durante una inmersión de 30 minutos mientras otros dos miembros del equipo vigilaban atentamente, desde el exterior, provistos de un sonajero y una pizarra para comunicarse con los buceadores.
El equipo de acuaristas del Zoo han aprovechado la instalación del Belén para «lanzar un mensaje sobre la preservación de los mares evitando la contaminación y muerte por intoxicación» que afecta al algunas especies, según han indicado en un comunicado.
Este belén acuático, que se podrá visitar hasta el próximo 6 de enero, es toda una tradición navideña en el Zoo de Madrid que se viene desarrollando desde 1995, cuando se inauguró el Aquarium.