La Sala de Arte Joven acoge la exposición “Una imagen que no duela ni cueste mirar”, uno de los proyectos ganadores de la XI edición de la convocatoria “Se busca comisario”.
La muestra, comisariada por Anne Françoise Raskin y Víctor Aguado, trata de realizar una arqueología de la noche madrileña a través de temas como la rebeldía subjetiva, la emancipación social o la alegría compartida por las colectividades temporales.
La exposición pretende resignificar y repolitizar la noche urbana, no como una imagen asociada al peligro, la emergencia, el dolor o el sacrificio, sino como un lugar de investigación donde las propuestas artísticas muestran las relaciones sociales que las generan.
Así, las obras de la exposición, once de ellas de nueva creación, nos trasladan al ámbito nocturno de Madrid, a través de un repertorio de experiencias concretas, relacionadas con el espacio, el cuerpo, el sonido o el gesto.
Una aproximación a la imagen de la noche y la idea de nocturnidad a cargo de artistas de la escena madrileña como Paula García-Masedo, Jesús Madriñán, Elisa Pardo Puch, Marina González Guerreiro y El Puñal Dorao.