Aunque solo tiene 40 años, David Otero ya es todo un veterano en la industria musical. Su extensa carrera abarca más de dos décadas de trabajo, tanto acompañado como en solitario, en la que ha firmado canciones que se han convertido en himnos de una generación.
El 5 de marzo lanza “Otero y yo”, un álbum con el que hace repaso a toda una vida de música, acompañado de artistas y amigos con los que versiona temas que han quedado grabados para siempre en la memoria colectiva.
De temperamento tranquilo, Otero habla como si la distancia no existiese y narra con generosidad e ilusión el que ha sido, probablemente, el proyecto más personal en el que ha trabajado. Sin perder un ápice las ganas de seguir adelante, sigue manteniendo los pies en la tierra y disfrutando de cada cosa que hace, aprendiendo de cada una de las etapas que han marcado su trayectoria como artista. Primero fue junto a su primo Dani Martín, en El Canto del Loco, uno de los grupos más importantes en la historia del pop-rock español, posteriormente, alejado de la banda, como El Pescao.
Una vista atrás que, no sin cierta nostalgia, trae de vuelta con otros sonidos aquellas canciones que acompañaron a veinteañeros que hoy comienzan a peinar canas y que supone una oportunidad para que las generaciones más jóvenes redescubren una música que no tuvieron oportunidad de vivir en el tiempo.
El 5 de marzo sale a la venta tú último álbum, “Otero y yo”, en el que haces un repaso a toda tu trayectoria ¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo este proyecto?, ¿Pensaste que llegaba el momento de mirar atrás y hacer balance?
Me movía entre ese pensamiento y también ese en el que me doy cuenta de que, en mis conciertos, el repertorio de canciones que me acompañaban era el mismo que he incluido en el CD. Al acabar mis actuaciones, conocidos y amigos me decían “Qué bonito repertorio de canciones”. Fue entonces cuando comencé a fraguar la idea de hacer un proyecto para que la gente pudiese poner en perspectiva mi trabajo en la etapa de El Canto del Loco y también en el Pescao. De hecho, mucha gente se ha enfadado porque he versionado canciones de El Canto del Loco y lo entiendo, forma es parte de mi trabajo.
En este nuevo trabajo te has reencontrado con canciones muy especiales que han formado parte de diferentes etapas de tu vida. ¿A nivel emocional, qué ha supuesto para ti hacer este álbum?
Un reto. A mí me gusta mucho la psicología, voy al psicólogo de vez en cuando y me gusta analizarme. Creo, de hecho, que mi trabajo tiene mucho que ver con la emoción. Y yo a nivel emocional he trabajado precisamente en tratar de saber cómo le sentaría a la gente este trabajo. Pero lo he canalizado muy bien, porque me he reencontrado con un yo que no conocía, y al final he entendido el origen y el fin, que es cantar canciones bonitas para la gente.
Acabas de salir el videoclip de la canción “Tal como eres”, en la que has trabajado con Cepeda, el cual ha tenido muy buena acogida, ¿Qué sonidos nuevos querías dar?, ¿Has sentido con el paso de los años un cambio a la hora de entender las canciones o el sonido que sientes que debes darle en este momento?
Esa era mi meta. La versión original de “Tal como eres” es un vals. Lo que hice fue cambiar la métrica arriesgándola un poco, cambiando la rítmica y la voz. Le envié una demo a mi productor y a Cepeda y les encantó. Al final ha quedado muy bien, manteniendo la esencia de la versión original pero reflejando la evolución de la canción. La ha acogida ha sido muy buena, tanto en Spotify como en YouTube.
En este nuevo proyecto te han acompañado artistas y grupos como Carlos Sadness, Taburete, Arnau, Nil Moliner, Ana Guerra ¿Cómo decidiste a quién querías para cada canción?
Fue un proceso muy natural. Con Bely Basarte he cantado «Buscando el sol» a dúo en mucho de mis conciertos, igual que también lo he hecho con Funambulista y Cepeda. En el caso de Nil Moliner y Arnau, los identifico con el comando Barcelona, con todo ese rollo callejero y de cachondeo que tienen. Con Carlos Sadness trabajé en la parte más indie de mi álbum porque lo considero un buen representante de todo lo alternativo. Con Taburete tenía muy claro que quería una canción que reflejase lo que representan, esa banda de pop español de toda la vida. Por eso elegí “Una foto en blanco y negro”, porque como banda hacen algo parecido a lo que nosotros hacíamos en su momento. Con Ana Guerra estuvimos revisando algunas canciones hasta que dimos con “Peter Pan”.
Formaste parte de la banda El Canto del Loco durante muchos años, tus inicios fueron con ellos. ¿Pensaste en colaborar con Dani o algunos de tus antiguos compañeros de para este álbum o decidiste que sería un proyecto aparte?
Decidí que sería un proyecto aparte. El corazón no nos pide colaborar ahora mismo, nos pide otras cosas. No tenemos la misma relación que cuando estábamos en la banda porque ya no trabajamos juntos, pero de vez en cuando nos escribimos algún mensaje cariñoso y sobre todo tenemos una relación de muchísimo respeto y cariño por el tiempo que vivimos juntos. Sin embargo, ahora queremos hacer cosas diferentes. Dani y yo los estamos haciendo, con Chema a veces cuando hago algo se lo paso para que lo escuche, pero en este proyecto me apetecía dar un paso adelante.
¿Qué experiencia sacas después de haber trabajado en el que, probablemente, ha sido tu proyecto más personal?. ¿Sientes que tu forma de entenderlo todo ha cambiado?
Muchísimo. Siento que sigo haciendo las cosas por amor a la música, que es mi vida y me encanta. Hago las cosas por las canciones que me han hecho seguir, y espero continuar dedicándome a esto hasta que sea un anciano, con todo lo aprendido y sin haber dejado de tener ilusión. De hecho, ahora mismo estoy viviendo uno de los momentos de más ilusión en mi carrera.
Es bueno mantener la ilusión porque, de hecho, hoy día dedicarse a la música es muy complicado. Actualmente la pandemia ha revolucionado el mundo y trastocado muchos sectores. Durante la cuarentena muchos artistas hacían conciertos para sus seguidores desde sus casas. ¿Crees que está situación extraordinaria que estamos viviendo puede suponer una oportunidad para reinventar la industria musical y la forma de llegar a las personas?
Sí y no. Sí es cierto que se trata de una forma preciosa de llegar a las personas y estar ahí en las buenas y las malas. Durante la cuarentena, muchas personas nos han podido ver emocionados y, de hecho, el sector de la cultura se ha involucrado mucho durante la pandemia y ha sido de los que más proyectos han hecho para ayudar a las personas. A mí me emociona formar parte de un grupo que ha hecho tanto por sacar sonrisas. De hecho, he colaborado en varios proyectos a lo largo del confinamiento. Uno de ellos era hacer mini conciertos para personas que estaban hospitalizadas y sanitarios que pasaban horas y horas en el hospital. Es emocionante cuando al día siguiente te llega un mensaje de una enfermera diciéndote que había estado viendo un concierto tuyo y sentir tanto agradecimiento.
Son 20 años de carrera, David, ha pasado mucho tiempo. Si pudieses volver atrás y darle un consejo a esa versión joven de ti mismo que empezaba en el mundo de la música ¿Cuál sería?
Le diría que hiciese lo mismo, con sus equivocaciones. Que cierre los ojos y no se preocupe porque le van a pasar cosas feas y bonitas. Realmente, si hubiese cambiado algo no habría aprendido lo mismo.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?, ¿Tienes algo en mente?
De momento tenemos varios conciertos a la vista y ojalá vengan más. Y, por supuesto, tocar lo máximo posible.
