Si hiciéramos un estudio de opinión entre todos los hogares madrileños, casi podríamos contar con los dedos de una mano los domicilios en los que no hay alguna pieza de Ikea.
Y es que es difícil imaginarse un complejo comercial sin un almacén del gigante sueco, que se ha convertido en una de las referencias (sino la principal) cuando llega el momento de renovar una casa o cambiar la vajilla.
Pero detrás de todo este ejemplo de éxito empresarial, hay un enorme trabajo a la sombra… que se realizará, muy pronto, desde Madrid.
El Grupo Ingka, matriz de Ikea, ha elegido la región como una de las cuatro extensiones del área de digital que posee en todo el mundo, desde donde espera «explorar y potenciar soluciones que incrementen» su capacidad en este aspecto.
La oficina de Madrid será independiente del propio equipo de Digital de Ikea España y se centrará principalmente en desarrollar soluciones para las áreas de negocios, comidas y experiencias de consumo, donde trabajan equipos de producto, ingeniería y dato.
El proyecto parte de una plantilla de una treintena de profesionales con la previsión de haberse duplicado a cierre de año fiscal y de acabar alcanzando el centenar en los próximos años.
Las otras tres extensiones del área de Digital del grupo en todo el mundo se ubican en Ámsterdam, Bangalore (India) y Filadelfia (Estados Unidos).
La compañía explica que ha elegido Madrid «por su tejido empresarial, al contar con empresas emergentes del sector tecnológico, y por ser cuna de talento en esta materia».