A punto de cumplirse un año desde que tomó posesión del cargo, George Gabriel Bologan, embajador de Rumanía en España, nos concede una entrevista en la que hace balance de estos meses, desvela cuáles son las líneas en las que está trabajando en el futuro y nos da su visión sobre los asuntos de actualidad, como la guerra en Ucrania.
En apenas un mes y medio cumplirá un año como embajador en España. ¿Cuál sería su balance de este periodo?
Partiendo del significado de la expresión «relación bilateral», los resultados de una evaluación dependen también de las reacciones y la apertura de la parte socia, y en este caso, hasta ahora, la impresión es de una relación amistosa, muy abierta. He tenido la suerte de conocer personas muy abiertas, dispuestas a construir instituciones interesadas en el potencial que tiene Rumanía.
En lo que se refiere a la comunidad rumana, las autoridades españolas han manifestado comprensión y apertura, dentro de un espíritu europeo, para llegar a un acuerdo sobre la posibilidad de que los rumanos mantengan su ciudadanía si desean obtener la española. En este periodo ha tenido lugar la primera reunión conjunta de nuestros Gobiernos, durante la cual se firmaron varios memorandos de cooperación y se sentaron las bases de un diálogo estructurado.
Como embajador, mi misión es fortalecer las relaciones político diplomáticas entre Rumanía y España, pero para mí el factor humano es igual de importante. Nuestras naciones han construido una relación excelente. Ello se debe, en primer lugar ,a la identidad latino europea de nuestros territorios y a las relaciones interhumanas, concretadas a través de formas de cooperación específicas a nivel de la sociedad civil, de intercambios culturales que datan de la época medieval, incluso antes de que se establecieran las primeras relaciones diplomáticas, el 23 de junio de 1881.
Estos vínculos que nos unen tanto a nivel político como humano. Asimismo, se han visto fortalecidos gracias a la pertenencia de nuestras naciones a las estructuras europeas y euroatlánticas. Y debemos continuar por esta vía de la consolidación del espíritu europeo, de la solidaridad y del fomento de los valores democráticos. La comunidad rumana de España es una de las más numerosas, casi 1,1 millones de rumanos viven, estudian y trabajan en España, contribuyendo al desarrollo económico y social de su país de acogida.
He mantenido numerosas reuniones con los representantes de las autoridades locales, quienes confirmaron que los rumanos están muy bien integrados y me complace saber esto, porque unidos y solidarios somos más fuertes y podemos alcanzar la prosperidad y el progreso que tanto anhelamos.
También hemos organizado la primera sesión común de los Gobiernos de Rumanía y del Reino de España, celebrada en Castellón, el pasado mes de noviembre. Ha tenido lugar la visita del presidente de la Cámara de Diputados del Parlamento de Rumanía, el Sr. Marcel Ciolacu, y hemos facilitado la visita del ministro rumano del Interior, Lucian Bode, el pasado mes de septiembre, muy importante en el actual contexto internacional, porque solo colaborando se pueden identificar soluciones a los problemas que surgen.
¿Qué objetivos tiene marcados George Bologan para su mandato?
Los objetivos que me he marcado son múltiples y apuntan a varias esferas de la cooperación bilateral, pero me voy a centrar en el recurso humano, brindando todo mi apoyo a los rumanos que deciden vivir, estudiar y trabajar en España, para que puedan vivir con dignidad. Ellos son un pilar central en nuestras relaciones bilaterales y por esto creo que es importante concederles especial atención. Por lo tanto, vamos a continuar las gestiones para conseguir la doble ciudadanía, porque es un aspecto importante en este proceso de integración de los rumanos.
Se han dado pasos importantes en este sentido con motivo de la Cumbre del año pasado, pero vamos a intensificar nuestros esfuerzos en el marco del grupo común de trabajo que fue creado para identificar soluciones y que representa una señal clara de respeto y apoyo mutuo. He podido observar que muchos rumanos que viven en España gozan del aprecio de sus colegas españoles y en muchas ocasiones se convierten en los mejores en sus respectivos campos de actividad, son serios y trabajadores, lo que me hace sentir orgulloso.
Seguiré apoyando la diplomacia cultural, porque es la base de una relación construida en un conocimiento profundo. En una Europa globalizada, la diplomacia cultural ofrece una manera de abrirse al mundo y crear una imagen pacífica de Europa, es un vector importante para consolidar nuestra identidad, de modo especial en el actual contexto internacional, en el que las realidades cambian a una velocidad atroz, es un avance para el entendimiento, la cooperación y el intercambio que son valores europeos fundamentales, además de estimular la creación de una sociedad civil global. Asimismo, la diplomacia cultural consolida nuestra identidad europea.
¿En qué situación se encuentran las relaciones entre Bucarest y Madrid?
Sin lugar a dudas, Rumanía y España gozan de una relación privilegiada, estando en un momento muy dinámico, que se ha visto fortalecida por la Reunión de Alto Nivel entre los Gobiernos de los dos países, del año pasado, que ha concluido con la adopción de una declaración común que destaca que somos países amigos y aliados. Además, estamos en un año aniversario, cumpliéndose una década desde que nuestros países elevaron la relación bilateral a la categoría de estratégica. Teniendo en cuenta todo esto, puedo afirmar que hemos alcanzado el más alto nivel de relaciones político diplomáticas de la historia de nuestros países, pero siempre hay espacio para mejorar en todos los aspectos y por esto es importante que no nos limitemos a la firma de documentos.
Identificar soluciones y buenas prácticas sobre el terreno es esencial para mejorar el nivel de vida de nuestros ciudadanos, porque nuestros países construyeron esta magnífica relación basada en los vínculos interhumanos. España y Rumanía han demostrado a lo largo del tiempo ser dos socios fiables y comprometidos con el apoyo a proyectos conjuntos a nivel bilateral, europeo y del Atlántico Norte.
El pasado mes de noviembre se celebró una cumbre bilateral entre España y Rumanía. ¿Qué acuerdos se alcanzaron?
Sin lugar a dudas, la Cumbre fue un hito en la historia de las relaciones bilaterales entre Rumanía y España. Se firmaron 7 Memorandos de Entendimiento, que reflejan el potencial de desarrollo de nuestras relaciones bilaterales en varios ámbitos, como la cultura, la economía, la agricultura, la sanidad etc. Recientemente ha estado presente en Madrid el ministro rumano de Sanidad. El desarrollo de la colaboración entre los Ministerios de Sanidad y los institutos de investigación científica tiene como objetivo identificar soluciones y buenas prácticas que puedan mejorar los sistemas sanitarios de nuestros países. España cuenta con uno de los mejores sistemas de Salud del mundo.
Va a haber más visitas de ministros rumanos, que van a intercambiar ideas y buenas prácticas, de modo especial en el marco de la presidencia española del Consejo Europeo para que se puedan dar pasos concretos en todos los ámbitos y de todo esto saldrán beneficiados tanto los rumanos, como los españoles. Cada acuerdo es una herramienta para trabajar de modo coordinado y para valorar dónde estamos y a dónde deseamos llegar.
El pasado 30 de diciembre tuvo una reunión con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño. ¿De qué forma están trabajando en la consolidación y la cooperación económica?
Vivimos en un mundo en que todo cambia a una velocidad atroz y nuestro deber es mantener el ritmo. Reforzar la cooperación económica y comercial entre dos países socios y aliados es una prueba importante de unidad y confianza en el proyecto europeo, especialmente en el actual contexto internacional y en el contexto de la nueva revolución industrial 4.0. Las perspectivas de reforzar esta cooperación fueron el principal tema de debate y hemos identificado futuras oportunidades de cooperación, de modo especial desde la perspectiva de la presidencia española del Consejo Europeo.
¿Cómo valora las próximas elecciones del 28 de mayo en España y cómo afectarán a los ciudadanos rumanos nacionalizados?
Es importante que los rumanos den a conocer su voz, demuestren que son una comunidad que cuenta no solo en estadísticas, sino también en el día a día, dentro de las comunidades en que viven. Por esto he alentado a nuestros compatriotas a inscribirse en los registros electorales, a votar y, por qué no, a presentar sus candidaturas.
Todos queremos mejorar nuestro nivel de vida y los cambios empiezan con uno mismo, no podemos quedar indiferentes y esperar a que algo bueno ocurra en nuestra vida. Debemos implicarnos, aportar nuestro granito de arena. Debemos dejar de ser egoístas e intentar mejorar la vida de los demás y la nuestra propia tomando cartas en el asunto, implicándonos activamente y este proceso electoral es una muy buena oportunidad.
El turismo es el sector que más riqueza aporta a la economía española. ¿Cuál es la relación entre Rumanía y España a nivel turístico?
A pesar de la distancia geográfica, nuestros países situándose en los extremos oriental y occidental de Europa, puedo decir que el turismo está en continua expansión y esto se debe en gran medida a la importante comunidad rumana que vive en España, pero también al interés cada vez mayor de los españoles de visitar Rumanía, un destino bastante accesible gracias al gran número de vuelos y a las ofertas competitivas.
Estos intercambios turísticos han aumentado también gracias a la participación de Rumanía en Ferias de Turismo muy importantes organizadas en territorio español, como IBTM World de Barcelona y la FITUR de Madrid, una de las más importantes manifestaciones de este campo de actividad a nivel mundial. Además, este año, la ciudad rumana de Timisoara recibió el título de Capital Europea de la Cultura, junto a otras dos ciudades de Grecia y Hungría. Esto nos honra y, a la vez, nos responsabiliza. Es una oportunidad perfecta para dar a conocer los extraordinarios parajes de Rumanía y demostrar que somos unos anfitriones excelentes.
¿Cómo dibujaría el mapa de los refugiados ucranianos en Europa y cómo está afectando esta guerra a su país? Algunas fuentes estiman que más de 7,9 millones de personas han abandonado Ucrania.
Lo que está pasando en Ucrania es una tragedia, es una invasión no provocada e injusta, que nos afecta a todos por igual. Rumanía, como vecino directo, pero también como integrante de la Unión Europea, ha hecho esfuerzos por brindar apoyo a los refugiados y asumió un papel importante en cuanto a la crisis alimentaria, poniendo a disposición de Ucrania su infraestructura terrestre para el transporte de cereales. Se han abierto nuevos pasos fronterizos entre Rumanía y Ucrania, se ha modificado la legislación de modo que los refugiados que decidan pedir asilo en Rumanía puedan gozar de una vida digna, con acceso a servicios médicos, a estudios, a trabajo…
Al mismo tiempo, Rumanía ha brindado su apoyo incondicional a la República de Moldavia, país muy afectado por este conflicto a causa de que dependía en gran medida de los recursos energéticos de Ucrania. Es una crisis humanitaria enorme, porque afecta a ciudadanos de varios países. Rumanía se ha implicado al 100% tanto a nivel institucional, como a nivel de la sociedad civil. Es impresionante la unidad que han demostrado los rumanos y sus gestos no pasaron desapercibidos, todo el mundo ha evidenciado la compasión de los rumanos para con sus hermanos ucranianos y moldavos.
Como país perteneciente a la OTAN, ¿qué riesgo ve de que los misiles rusos alcancen territorio rumano?
En una guerra puede pasar de todo y debemos estar preparados siempre para afrontar cualquier reto, pero Rumanía se encuentra mejor protegida que nunca. Es miembro de la OTAN y de la Unión Europea. Rumanía está entre los países que asigna el mayor porcentaje del PIB a la Defensa, el 2,1%. Nuestros aliados están presentes con tropas y técnica miliar en el territorio de Rumanía, tenemos el escudo antimisil de Deveselu… No es fácil tener una guerra en tu frontera, pero no estamos solos y esto es muy importante. Cada uno de los países integrantes de las estructuras euroatlánticas y europeas debe luchar por fortalecer estos valores y abogar a favor del consenso y la unidad.
En Rumanía se celebró la primera reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN a finales de noviembre, una reunión especialmente importante en el actual contexto internacional, que se llevó a cabo inmediatamente después de la Cumbre de la OTAN en Madrid, y esto demuestra la importancia de la región del Mar Negro para la Alianza.
¿En qué situación está Rumanía con respecto a su adhesión al espacio Schengen y de qué forma beneficiaría a su país?
Rumanía sigue haciendo esfuerzos diplomáticos para remediar esta injusticia, porque cumple desde hace mucho tiempo con todos los requisitos. Confiamos en que pronto se logre un consenso y podamos adherirnos al espacio Schengen. Es un expediente que se encuentra tanto en la agenda de la presidencia sueca, como de la presidencia española, que comenzará el próximo 1 de julio. Ambos países, comprobando un espíritu europeísta y con objetividad, nos han asegurado de su apoyo. La guerra en Ucrania ha demostrado una vez más que tenemos la capacidad de gestionar las fronteras y el flujo de migrantes y que estamos preparados.
No solo Rumanía se beneficiaría de esta admisión al espacio de libre circulación, sino toda la Unión Europea, de modo especial en el actual contexto internacional. Los camiones con cereales podrían llegar más rápidamente a cualquier país del espacio comunitario, se eliminarían los tiempos de espera en las aduanas. Además, al ser miembros de plenos derechos, podríamos contribuir para lograr una mayor seguridad a nivel de la Unión Europea, señalando rápidamente cualquier caso en los archivos comunes de Schengen.
¿Cuál era su relación con España antes de ser embajador? ¿Cómo llegó a ocupar el cargo?
Siendo diplomático de carrera estuve por varios años en Italia. Allí, también existe una gran comunidad de rumanos y, como decía al principio de esta entrevista, suelo centrar mi actividad en torno al factor humano, luchando por una mejor integración de los rumanos en las sociedades en las que han optado vivir. Puedo decir que en Italia mejoramos la relación bilateral en todos los ámbitos. Sabía que en España había también una comunidad muy numerosa de rumanos y decidí aceptar este reto. Somos países unidos por las raíces latinas, por unos vínculos culturales muy fuertes. He leído a autores españoles con los que me identifico plenamente, grandes pensadores de la época, como por ejemplo José Ortega y Gaset, quien tenía un estilo literario ágil, considerado por muchos como más cercano al Quijote y esto le permitió llegar fácilmente al público general.
No soy hispanista, pero dedico mucho tiempo a estudiar el pasado y el presente de esta nación, porque es muy importante conocer la historia de un pueblo para poder desempeñarte en tu actividad diplomática. Tomé posesión del cargo en un momento muy dinámico para la política internacional española, me refiero a la Cumbre de la OTAN y a la presidencia del Consejo Europeo, y de buenas perspectivas para nuestra agenda estratégica.
¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de vivir en Madrid?
Todavía llevo muy poco tiempo para poder decir exactamente qué es lo que más y lo que menos me gusta de vivir en Madrid. Se trata de una sociedad muy compleja que apenas estoy descifrando. Pero para responder a su pregunta diría que me encanta el espíritu libre de la gente, la apertura con la que acogen a personas de otras nacionalidades, la actitud cercana de las personas, siempre dispuestas a ayudar y a apoyar. Lo que no me gusta tanto es que a causa de la extensión territorial del país a veces resulta complicado organizar tus reuniones. Las distancias entre las principales ciudades son grandes y a veces resulta complicado concretar dos o tres reuniones en una región y esto es algo que no puedes controlar, pero que te induce un sentimiento de productividad reducida. Soy un embajador enérgico que quiere aprovechar al máximo este mandato para contribuir concretamente a la mejora de las relaciones diplomáticas de nuestros países y a la mejora del nivel de vida de mis connacionales que están en España.
