Un contexto propicio y una estrategia meditada. Estos son los dos puntos de partida que, combinados entre sí, pueden llevar a la máxima rentabilidad en cualquier escenario de apuestas. El primero de ellos se cumple con la agenda deportiva que todavía queda por delante a lo largo de este verano; eventos como el Mundial de natación, la Copa del Mundo de fútbol femenino, el comienzo de La Liga, los mundiales de atletismo y baloncesto, el US Open o la Vuelta ciclista a España plantean todo un menú de opciones para los apostantes más versátiles.
Ahora bien, para moverse con soltura en territorios de esta dimensión es imprescindible conocer las claves recomendadas por los mejores operadores de apuestas online. Estos suelen explicar de forma didáctica cómo afrontar aquellas variables que, aunque permanecen en un segundo plano, tienden a ser muy provechosas. A continuación, las cuatro de cabecera.
Sin empate
La apuesta sin empate (DNB por sus siglas en inglés) es uno de esos recursos que suele pasar desapercibido a la hora de afrontar una competición, pero que sin embargo está diseñado para hacer del riesgo una constante menos peligrosa. Cuando el usuario tiene claro que el equipo por el que apuesta es el favorito para llevarse el partido e intuye asimismo que existe la posibilidad real de una igualada, lo recomendable para no perder dinero es utilizar el DNB.
Esta opción se encarga de devolver el importe jugado cuando se produce un empate, por lo que la protección está garantizada en el caso de que se dé una de las dos opciones improbables. Ahora bien, todo esto también encierra un condicionante: si el usuario acierta con su pronóstico, los beneficios a percibir se ven ligeramente reducidos. Se trata de un mecanismo que permite abarcar dos resultados posibles de una manera conservadora y que además puede emplearse en combinadas.
Número de goles
Lejos de caer en apuestas clásicas del tipo “más/menos goles”, que suelen generar cuotas a la baja cuando el resultado es potencialmente alto, en esta ocasión planteamos otra alternativa: decantarse por el número exacto de goles de un partido, con independencia de cuántos anote cada equipo, de cuál sea el resultado y de quién sea el ganador del duelo. A simple vista puede parecer una variable más difícil de acertar, pero la recompensa que uno obtiene a cambio resulta muy apetecible, y es que las cuotas sufren menos variaciones a la baja y por lo general tienden a ser más competitivas.
El secreto en este modelo de apuesta no es otro que el de centrar el estudio en la estadística de La Liga, la Premier o la competición elegida; un análisis pormenorizado en torno a la dinámica goleadora de los equipos, a cómo llegan estos en defensa y en ataque y a qué otros factores intervienen en el choque, como pueden ser la climatología, las lesiones, etcétera.
Descanso/Final
Este es otro de los segmentos que escapa de las apuestas online más convencionales. Su mecánica es bastante sencilla de entender, aunque requiere de cierta destreza para empezar a dar una buena rentabilidad. Las apuestas deportivas que se basan en el Descanso/Final van más allá del clásico 1X2; proponen al usuario acertar qué equipo ganará o perderá -o si habrá empate- en el descanso y al final del partido. Ambos pronósticos separados en el tiempo se entienden de manera unitaria, por lo que en realidad estamos ante un desafío que encierra nueve posibilidades. Cabe poner de relieve que aquí las cuotas crecen cuando los resultados del descanso y el final acaban siendo diferentes. Por ejemplo: los beneficios obtenidos por un 1/1 serán más bajos que los de un 1/X o un 1/2.
A modo de consejo, conviene tener claro que para triunfar en este mercado es necesario conocer bien cómo suelen desenvolverse los equipos a partir de la segunda mitad. En este sentido, la estadística dice que aquellos que habitan en la zona media-baja de la tabla suelen ser más irregulares, lo que se traduce en predicciones mucho más exigentes. Un truco que también funciona es el de hacer cash out en el desarrollo del último periodo para asegurar así las ganancias.
A por las remontadas
Apostar por algo tan concreto -y poco probable en la mayoría de los casos- como una remontada está considerado un acto de valentía en estos circuitos, máxime cuando se convierte en una práctica indiscriminada, ante cualquier duelo que se presente. Si bien es cierto que se trata de una fórmula que lleva aparejado un alto índice de riesgo, también es verdad que concede un espacio muy rentable para las oportunidades remotas. Son estas precisamente las que forman parte esencial de las estrategias de algunos equipos y deportistas, que basan su juego en esperar a que llegue el momento adecuado para darle la vuelta al marcador. El ejemplo habitual que suele ponerse en estos casos es el del Real Madrid, que casi siempre recurre a la épica de la remontada en los compases finales del encuentro.
En estas apuestas se ofrecen un par de modalidades: invertir en que uno de los dos equipos comienza perdiendo y luego consigue empatar o ganar, o confiar en que únicamente se lleva la victoria tras ir por detrás en el electrónico. La primera de las opciones suele ser menos arriesgada, y no por ello deja de cumplir su cometido, que no es otro que el de obtener beneficios de un giro inesperado.
