En el majestuoso Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su Zona Periférica de Protección, se encuentra un verdadero tesoro de la biodiversidad con 61 especies de mamíferos, incluyendo 6 endemismos ibéricos. Esta cadena de montañas, vía de escape para miles de madrileños, desempeña un papel crucial en la conservación de la fauna, en especial de los mamíferos.
Las montañas, con su enfriamiento y aumento de precipitaciones en altitud, se convierten en oasis bioclimáticos ideales para una diversidad única de especies, como la musaraña enana y el topillo nival. Su terreno accidentado también brinda refugio a mamíferos de gran tamaño como el corzo, el gato montés, la nutria y el tejón, que luchan por sobrevivir en otras regiones.
Los murciélagos son los «campeones» en número de especies, con 23 representantes en este parque. Además, albergan un gran número de especies protegidas a nivel nacional y regional. Destacando entre todas, el desmán ibérico, una especie endémica en peligro, que ha sido redescubierta en la vertiente segoviana del parque.
A nivel europeo, el lobo es una figura emblemática en la Sierra de Guadarrama. La recuperación de esta especie, prioridad europea, ha sido un éxito, con grupos reproductores en Segovia y Guadalajara que han expandido su presencia hacia Madrid, indicando signos de reproducción.
Sin embargo, un desafío importante es la invasión del visón americano, una especie introducida que amenaza a los mamíferos locales, especialmente al mencionado desmán ibérico y anfibios en regresión. El control de esta invasión se basa en el trampeo de las poblaciones invasoras.
La Sierra de Guadarrama es un paraíso de mamíferos, pero también enfrenta desafíos para mantener su diversidad. La conservación de estas especies emblemáticas es esencial para garantizar el futuro de este tesoro natural.
Foto portada: Comunidad de Madrid
