La Comunidad de Madrid cerró el segundo trimestre del año con 60.900 trabajadores de más de 55 años en paro, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), lo que supone el 15,7% del total de personas sin trabajo en la comunidad autónoma. De esta cifra, 39.300 personas son mujeres, es decir, el 64,5% del total.
Randstad ha analizado la situación laboral de uno de los colectivos con mayor presencia en el mercado laboral, el de los séniors, es decir, los profesionales de entre 50 y 64 años. El Informe Randstad Research sobre el mercado laboral de los séniors indaga sobre la información coyuntural más relevante de este colectivo basándose en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y la EPA, además de un estudio realizado por Randstad Research.
40 millones de personas en edad laboral en España
En primer lugar, destaca el marcado protagonismo de este grupo sobre el total de la población activa. La población en edad laboral (16 a 64 años) actualmente en España se sitúa en los 40 millones de personas, de las cuales 10,3 millones tienen una edad comprendida entre los 50 y 64 años. Un protagonismo que no para de aumentar, ya que este grupo de edad crece cada año a un ritmo del 2%, en línea con el proceso de envejecimiento de la población, lo que hace que estos perfiles ganen representatividad en el conjunto total de las personas en edad de trabajar, con un peso actual del 32% de los activos totales.
Este colectivo afronta un importante desafío en cuanto a diversidad generacional. En palabras de Oscar Gutiérrez, director de RSC de Randstad: “El mercado de trabajo se enfrenta a un doble reto: por un lado, el envejecimiento demográfico en marcha desde hace años y, por otro, a una situación de déficit de talento. En ambas situaciones, el talento sénior está presente, como protagonista en el primer caso y como posible solución en el segundo”.
Radiografía del talento sénior
Si bien el talento sénior tiene una gran presencia en el mercado laboral, con una tasa de ocupación y empleo por encima de la media, se trata de un colectivo que sufre en mayor medida riesgos de vulnerabilidad. Uno de los casos más evidentes es cuando una persona sénior cae en el desempleo, ya que el informe detecta que a los perfiles de más de 50 años les cuesta más salir de una situación de desocupación.
En España, el número de parados de larga duración, aquellos que llevan más de un año buscando empleo, alcanza la cifra de 1,4 millones de personas. De estos, más de medio millón tienen una edad entre los 50 y 64 años, lo que supone el 40% del total de parados de larga duración. Además, tres cuartas partes del paro de larga duración mayor de 50 años (400.000 personas) llevan más de dos años buscando empleo.
La formación, clave para mantenerse relevante en el mercado laboral
En un contexto en el que la edad es un factor que puede condicionar la posibilidad de alcanzar nuevos retos profesionales, la formación se convierte en el principal impulsor para conseguirlo. De hecho, un 33% de este colectivo cuenta con titulación universitaria, algo que facilita su empleabilidad. No obstante, la necesidad de actualizar su formación la tienen muy presente.
Salvo el 14% que asegura no haber realizado ningún programa aludiendo a aspectos económicos, la gran mayoría (el 86% restante) señala que ha realizado alguna formación en los últimos cinco años. Además, una de cada cuatro personas de este colectivo asegura haber hecho un curso por año durante los últimos cinco años.