El pasado 15 de mayo comenzó la temporada de piscinas en Madrid. Una gran noticia para la mayoría de nosotros, sobre todo ahora que se avecina el calor, pero que sin embargo está, una vez más, envuelta de polémica.
En esta ocasión es en relación a una de las figuras más importantes de estas instalaciones, los socorristas. La Asociación de Empresarios de Mantenimiento Profesional de Instalaciones Acuáticas (EMPIA) ha alertado sobre la «crítica» falta de socorristas, un problema que, aseguran, se repite este año y que ya causó complicaciones significativas en el pasado.
La asociación considera que el déficit de socorristas en Madrid es grave, considerando que la Comunidad tiene más de 12.000 instalaciones acuáticas que requieren la contratación de más de 20.000 socorristas.
La insuficiencia de personal el año pasado, apuntan, obligó al cierre de piscinas en comunidades de propietarios y Ayuntamientos, o incluso a cerrar algunas a mitad de temporada.
Nueva temporada, nuevos problemas
A todo ello se añade este verano, señala EMPIA, la vigencia de la Orden 1239/21 del 30 de septiembre de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que regula la formación mínima necesaria para trabajar como socorrista en la región. Esta normativa restringe la contratación de socorristas extranjeros o provenientes de otras comunidades autónomas, ya que exige que obtengan su titulación físicamente en Madrid.
EMPIA ha señalado que se han reunido con la Delegación del Gobierno para agilizar la tramitación de expedientes de socorristas extranjeros, permitiéndoles trabajar en Madrid, si bien no ha llegado a buen puerto, con 600 expedientes presentados aún por resolver.
Raúl Viyuela, presidente de EMPIA, ha destacado que la escasez de socorristas es un problema persistente que la asociación ha intentado resolver durante años, subrayando la urgencia de facilitar la contratación de socorristas profesionales para garantizar la seguridad. Este problema, recuerda, es especialmente preocupante debido a las altas temperaturas previstas en Madrid este verano, donde las piscinas son «vitales» para la población.
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