La ciudad de Madrid volvió a superar por séptimo año consecutivo los valores límite establecidos legalmente para dióxido de nitrógeno (NO2) pese a la mejoría detectada en 2016 en relación con 2015, año especialmente adverso, según el informe anual sobre la calidad del aire de la ciudad elaborado por Ecologistas en Acción.
El año pasado, según los datos que ha recabado Ecologistas en Acción sobre los registros oficiales de las 24 estaciones medidoras de contaminación de la capital, se rebasó en nueve de estas estaciones el valor límite anual de NO2 marcado por la legislación europea, que establece 40 microgramos por metro cúbico de media anual. Aparte, dos estaciones más igualaron ese límite.
Estos datos, no obstante, suponen una mejora en relación a los de 2015 cuando en lo relativo al límite anual hubo 13 estaciones que superaron el límite. Pese a esa mejora de 2016, los datos son más altos que en 2014 y 2013, cuando hubo 8 y 6 estaciones respectivamente que rebasaron los valores permitidos.
Además, cuatro estaciones medidoras rebasaron el límite legal de límite horario para periodos cortos de alta contaminación, establecido en 200 microgramos por metro cúbico que no debe superarse más de 18 horas al año. En relación a 2015, las superaciones se registraron en ocho estaciones.
Madrid es la única ciudad de España que incumple este límite horario de NO2 y es de las pocas capitales europeas que no se ajusta a esta franja de no superar los 200 microgramos por metro cúbico, según han indicado los representantes de Ecologistas en Acción, Juan Bárcena y Juan García, quienes recuerdan que Madrid tiene abierto un expediente de infracción por superación de los valores en años anteriores que puede generar en una «cuantiosa multa».
El grupo ecologista expone que la aplicación del protocolo municipal para periodos de alta contaminación, que contempla medidas a partir de 180 microgramos por metro cúbico, «no es suficiente» para que se pueda cumplir la legislación comunitaria sobre límite horario de NO2 y «habrá que hacer más cosas, no menos».
En este sentido, indica que si hay que modificar el protocolo es para hacerlo «más eficaz» y que su aplicación ha contribuido a que reducir los grandes episodios de nitrogenazo», pero que reducir la polución en la capital requiere medidas estructurales tendentes a «recudir» el espacio al automóvil y el tráfico diario que soporta la ciudad.
Por ello, los portavoces de Ecologistas en Acción creen que deberían contemplarse medidas que se pusieran en marcha antes de los niveles de NO2 que activan los escenarios del protocolo anticontaminación y desplegar actuaciones antes de entrar en periodos de alta polución.
No obstante, Bárcena ha insistido en que el protocolo municipal por sí mismo no es suficiente para llegar a los niveles legales de emisiones establecidos por la UE y se debe «atender a lo estructural», con actuaciones de cara a reducir el tráfico rodado, potenciar el transporte público y cambiar pautas de movilidad con iniciativas para limitar el espacio al automóvil.
También la organización ecologista considera que los cortes de tráfico en Gran Vía ha contribuido a reducir la contaminación, como revelan los datos de diciembre en la estación de Plaza del Carmen, con un 12 por ciento menos de contaminación respecto a la media de los últimos tres años en ese mes (la estación de Retiro no superó los límites de contaminación durante ese periodo). Además, respaldan la propuesta de peatonalización de Gran Vía.