Cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que tener mascota es beneficioso para la salud en el ámbito físico, psíquico y social.
Los animales son capaces de canalizar las emociones. Las prácticas y evidencias han demostrado que la teoría del vínculo entre el animal y el ser humano se cumple, sobre todo para los niños pequeños y para favorecer el vínculo terapéutico, indica la coordinadora de la Cátedra de investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, Nuria Máximo Bocanegra.
Entre los beneficios para la salud más evidentes «el convivir con un animal favorece a la disminución de la presión arterial, del colesterol», señala Nuria Máximo. Asimismo, «los enfermos cardíacos tienen mayor probabilidad de sobrevivir porque aumenta hasta 8,6 veces más que para quienes no tienen perro».
Desde un punto de vista médico, el director médico del Hospital Universitario Sanchinarro, Carlos Mascías, asegura que «la salud no solo es la ausencia de enfermedad porque las mascotas son promotoras de la salud».
Tener y querer a un animal de compañía «favorece a un mejor desarrollo del sistema inmunológico, a una menor incidencia de sufrir alergias, reduce el estrés y el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular», añade el doctor.
Respecto a las enfermedades crónicas, tener mascota beneficia a pacientes que padecen cáncer, autismo, demencia, Alzheimer, sida, algún tipo de discapacidad, o enfermedades mentales como la esquizofrenia, la depresión y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), entre muchas otras.
En ocasiones, la terapia con animales no funciona y, por esta razón, es necesario estudiar las características del animal y de las personas como su situación social, económica y cultural.
A la hora de tratar con un animal, «en la cúspide de la pirámide debe estar el bienestar animal, seguido de la evidencia científica y la profesionalidad regulada del sector en cuanto a formación se refiere»,asevera Nuria Máximo.