El Ayuntamiento de Madrid lanzará un plan de platrullajes disuasorios e investigación contra la «vergonzosa publicidad vejatoria» contra la mujer que se distribuye entre los parabrisas de los coches, además de modificar la ordenanza de Publicidad Exterior o la puesta en marcha de una plataforma virtual, en un principio destinada a la comunidad educativa, para prevenir la violencia machista, con un módulo centrado en la trata.
El plan fue presentado este jueves en rueda de prensa por los delegados de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y la titular de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer. Esta iniciativa, que responde a demandas ciudadanas como las de la acción vecinal No acepto, prestará especial atención a los entornos escolares y aquellos espacios con presencia infantil, como parques y centros deportivos.
Se trata de poner freno a este fenómeno masivo dado que se ha identificado en los últimos meses que los niños empiezan a coleccionar e intercambiar este tipo de tarjetas que atentan contra la dignidad de la mujer. Esto, señalan desde el Ayuntamiento, puede favorecer la generación de «creencias erróneas y conductas inapropiadas para su desarrollo sexual», además de identificar a la mujer como «un mero producto mercantil mientras se fomenta su cosificación y el sexismo».
INVESTIGACIÓN DE LOS FLYERS
El inspector jefe de la Policía Municipal, Teodoro Pérez, ha explicado por su parte que el plan policial incluye la investigación de las condiciones en las que se confeccionan y distribuyen los flyers sobre prostitución, acciones coordinadas y puestas en marcha por las Unidades de Distrito a través de los agentes tutores, que seguirán sancionando con infracciones administrativas por la distribución de esta publicidad ilícita que incumple diversas ordenanzas municipales.
Pérez ha expuesto que la investigación policial de estas tarjetas servirá para recabar toda la información posible sobre las actividades publicitadas por si hubiera indicio de delito de trata de personas con fines de explotación sexual.
Por ello se investigarán las vías de abastecimiento de los repartidores identificados, las empresas o personas contratantes de los servicios de reparto, los locales de impresión de la publicidad, la localización de los espacios donde se desarrollen los servicios publicitados y, ante todo, la determinación del consentimiento de las mujeres para la difusión de las imágenes. También se investigará si existen condiciones de esclavismo o de trata.
La Unidad de Investigación y Coordinación Judicial colaborará estrechamente con la Fiscalía Provincial de Madrid y con Policía Nacional con las investigaciones desarrolladas en el ámbito competencial municipal.
Celia Mayer ha explicado que la normativa contra la vulneración de los derechos y la imagen de la mujer corresponde a la Comunidad pero que el Ayuntamiento reformulará la ordenanza de publicidad y creará protocolos para trasladar al Gobierno municipal que se han detectado imágenes que vulneran la imagen de la mujer.
«SI SE CONSUME SE ES CÓMPLICE»
Además se pondrán en marcha dos proyectos más. El primero se dirigirá a la población en general y consistirá en dar a conocer la exposición mostrada en el Día internacional de lucha contra la trata, que muestra el recorrido de estas mujeres explotadas desde su captura en origen, hasta el viaje o el modo en que sus derechos son vulnerados. Se trata de demostrar visualmente que «si se consume se es cómplice de esta vulneración de derechos humanos», ha argumentado la delegada de Diversidad y Políticas de Género.
El segundo proyecto pasa por desarrollar un plan piloto, primero dirigido a la comunidad educativa y después a la ciudadanía en general, con una plataforma digital con material para prevenir la violencia machista, que incluirá un módulo sobre trata. En enero podría estar abierta a todo el público.
El Ayuntamiento ha intensificado la vigilancia de estos anuncios que, en su opinión, cosifican a la mujer, atentan contra su dignidad y promueven el sexismo y la discriminación. El pasado año hubo 2.200 actuaciones y casi 30.000 vigilancias y retiradas masivas de flyers.
Barbero ha indicado, por su parte, que la iniciativa No acepto, promovida desde la sociedad civil y compartida por el Ayuntamiento, viene a decir no a «la instrumentalización de la mujer, a la vulneración de los derechos de los niños, a la suciedad de la ciudad y a que haya una realidad de trata a mujeres en entornos vulnerables».