La huelga de los taxistas ha finalizado. El resultado para ellos ha sido pésimo. No han logrado sus reivindicaciones, han dañado -más- su imagen, se ha generado división en los asociados, y lo que es peor (para ellos) se han vuelto prescindibles -más- para los usuarios. La huelga de los usuarios del taxi comienza ahora.
Las noticias relacionadas con el conflicto iniciado a las puertas de Fitur y prolongado medio mes han concentrado un número muy elevado de lecturas y de comentarios en nuestras redes sociales. Nos hemos regido por la imparcialidad poniéndonos en la piel de todos.
Escribía en mi carta del pasado 22 de enero que los taxistas tenían argumentos e historia para ser un colectivo querido en Madrid, y que estaban perdiendo una lucha por la forma en la que la habían planteado. Los argumentos para los primero son ahora más débiles, y la lucha hasta ellos saben que la han perdido.
Insisto: “Visión de futuro. Renovarse o morir. Los coches autónomos están aparcados a la vuelta de la esquina”.