Estimados taxistas de Madrid:
El mundo cambia a más velocidad de la permitida en vías urbanas e interurbanas. A más incluso que la del AVE o el Hyperloop. Puede ser duro, pero deben asumirlo. La competencia -por supuesto leal- es necesaria. Ahora más que nunca cuando la libertad está siendo combatida por no pocos.
Su colectivo sufre un problema de credibilidad consecuencia de años de monopolio, cerrazón y nula o escasa renovación.
Y tienen argumentos e historia para ser un colectivo querido en Madrid. Son la recepción de propios y extraños. Son guías, consejo, médico y policía. Son víctimas y consuelo.
Su huelga indefinida coincidiendo con Fitur y el daño que le está produciendo a Madrid, cortes de carreteras, agresiones a conductores de VTC y daños a sus vehículos, no ayuda a mejorar una reputación dañada gravemente.
Luchan por su futuro. Como todos. Pero las luchas nobles tienen límites porque la anarquía es guerra y en una guerra, tarde o temprano, todos pierden. Y ustedes están perdiendo.
Estimados taxistas, deben cambiar su forma de concebir el transporte. Ese es su problema. Visión de futuro. Renovarse o morir. Los coches autónomos están aparcados a la vuelta de la esquina.