Con sus casi 90 metros de altura, el edificio construido como la sede de la Compañía Telefónica comenzó sus obras en 1926 y tras tres año, el arquitecto Luis Ignacio de Cárdenas finalizó las obras erigiéndose como uno de los principales rascacielos de Europa, el primero de España y el más alto de Madrid hasta que en 1953 el Edifico España, situado próximo a este edifico, le arrebató el puesto.
Es considerado una de las joyas de la arquitectura moderna del siglo XX, con sus más de 6.000 metros cuadrados repartidos por 4 plantas, actualmente se pretende crear espacios funcionales y polivalentes para acoger el patrimonio tecnológico del que siempre ha dispuesto Telefónica como la realización de exposiciones realizadas con terceras asociaciones y compañías además de actividades culturales de todo tipo como conferencias, ciclos de cine y música.
Entre las curiosidades del primer rascacielos madrileño destaca que Alfonso XIII realizó la primera llamada transoceánica, conversando en 1928 con el presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge.
Además, era una de las empresas con mayor número de trabajadores de entonces. Alrededor de 1800 empleados entre los que destacaban la incursión de la mujer en el mundo laboral cubriendo puestos de operadoras telefónicas, Telefónica contribuyó a dar una imagen de modernidad.
Uno de los capítulos más importantes en la vida del edifico fue durante la Guerra Civil. Este edificio por ser el centro clave de las comunicaciones fue el principal punto de asedio, utilizando los sótanos como refugios frente a numerosos bombardeos.
Además, el Gobierno instaló en el edificio una oficina de censura de prensa a cargo del periodista y escritor, Arturo Barea. Desde aquí, escritores como Ernest Hemingway o Antoine De Saint Exuperay enviaban sus textos al mundo.
El Edificio de Telefónica dotó a Madrid de un aire moderno y cosmopolita que ha perdura hasta nuestros días.