La campaña de firmas que estaba en marcha en internet para intentar cambiar la situación no ha podido evitar el cierre de la sala madrileña de conciertos We Rock, ubicada en la céntrica calle Costanilla de los Ángeles.

Durante los últimos años, este local se había convertido, gracias a sus recitales y a su amplio horario de apertura en la madrugada, en un oasis en el centro de la capital para los amantes del heavy metal y el rock duro en cualquiera de sus vertientes.

Sin embargo, los responsables de la sala confirman en un comunicado recogido el cierre definitivo, que se debe a que «alguien con la capacidad económica suficiente ha comprado el local». «Todo en esta vida tiene su precio, incluidos Guns n Roses», apostilla el texto con resignación.

«No se trata de un problema de funcionamiento ni de facturación, ni de que esta propuesta no sea viable. Vosotros y cientos de bandas lo habéis demostrado con creces en estos tres años y medio, así que hasta aquí, la burocracia y los marujeos», zanja el comunicado.

En esta línea, los responsables de la sala defienden que We Rock ha demostrado que los amantes de estos géneros musicales siguen presentes a pesar de ser ocultados: «Sois el mejor publico del mundo y si (Ronnie James) Dio quiere nos queda un futuro que compartir. Ya estamos en ello, muchas gracias de corazón y os prometemos un cierre por todo lo alto».