La Comunidad de Madrid brindó atención a 9.806 pacientes con ictus en sus hospitales públicos durante el año pasado. De estos casos, 7.044 fueron de tipo isquémico (causado por el bloqueo de una vena o arteria cerebral), y 2.762 fueron hemorrágicos (debido a la ruptura de un vaso sanguíneo cerebral).
Además, el Servicio de Urgencia Médica regional (SUMMA 112) activó 2.564 Códigos Ictus en 2022, un 7% más que en el año anterior. Hasta septiembre de este año, se han registrado 2.200 alertas de ictus.
Este código forma parte de un plan basado en el reconocimiento temprano de los síntomas, la atención urgente del SUMMA112 y el traslado inmediato a hospitales públicos con unidades especializadas 24/7, ha sido fundamental para mejorar la atención a los pacientes con ictus. La red de centros de neurointervencionismo se ampliará con la incorporación del Hospital público Universitario de Getafe a partir de enero.
La rapidez, fundamental en caso de ictus
Cuando se detecta un caso de ictus en el SUMMA, se activa una unidad de Soporte Vital Avanzado que evalúa al paciente, lo estabiliza y activa el Código Ictus. Luego, se elige el hospital más adecuado para el paciente y se lo alerta para que pueda recibir al afectado lo más rápido posible.
Los centros de salud desempeñan un papel crucial en la prevención del ictus, con servicios de detección del riesgo cardiovascular que se enfocan en la modificación de los factores de riesgo, como el tabaquismo, la actividad física y la alimentación saludable. Estas acciones pueden prevenir enfermedades graves y complicaciones, mejorando la calidad y la expectativa de vida.
El ictus es la segunda causa de mortalidad en España y la primera en mujeres. También es la principal causa de discapacidad adquirida en adultos y la segunda causa de demencia. La detección temprana de los síntomas y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar el pronóstico de los pacientes.