La Comunidad de Madrid ha implementado varias medidas para fortalecer la capacidad de sus hospitales públicos de cara al Plan de Invierno, activado recientemente y que representa un aumento del 12,7% en comparación con el año anterior. Esta iniciativa anual responde al incremento estacional de la demanda asistencial debido a la gripe y otras enfermedades respiratorias comunes en esta época del año.
De este modo, se sumarán 1.800 profesionales sanitarios a los hospitales regionales. Un aumento que incluye la incorporación de 120 médicos, 596 enfermeros, 561 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), 115 celadores y 22 técnicos de laboratorio, totalizando 1.414 efectivos para atender a la población adulta.
Además, la región madrileña fortalecerá sus recursos para hacer frente al virus respiratorio sincitial (VRS), principal responsable de la bronquiolitis en niños. En este sentido, se incorporarán 30 pediatras, 188 profesionales de enfermería, 150 auxiliares y 18 celadores, sumando un total de 386 profesionales más en el área pediátrica. En un esfuerzo preventivo, la Comunidad de Madrid comenzó la vacunación de 50,000 bebés el pasado 2 de octubre.
Un plan en tres fases
El objetivo del Ejecutivo regional es garantizar una atención sanitaria de calidad para los madrileños en todo momento y situación. El Plan de Invierno también contempla un aumento de camas, con 1.075 adicionales respecto al año anterior (un aumento del 5,5%), incluyendo aquellas destinadas a niños y adolescentes, así como pacientes de cuidados intensivos.
El plan se ejecutará en tres fases, adaptándose a la frecuentación de las urgencias hospitalarias, con una monitorización diaria mediante un cuadro de mando que evaluará la situación epidemiológica y asistencial para asignar recursos de manera eficiente.
La iniciativa implica asimismo la colaboración de todos los niveles asistenciales, desde Atención Primaria hasta la Dirección General de Salud Pública, que cuenta con un Sistema de Vigilancia Centinela para controlar la incidencia de enfermedades respiratorias agudas, como la gripe, COVID-19 y VRS. Este enfoque permite una respuesta rápida y adecuada a las necesidades emergentes.