jueves, mayo 9, 2024
16.2 C
Madrid

A vueltas con Rita Maestre y Marisa Morando

Si el caso de Rita Maestre ya era un caso mediático, la Fiscal ha encendido más la llama y ha contribuido a que se cree un juicio paralelo. La Fiscal Marisa Morando envió un...

La Fiscal Marisa Morando envió un escrito con fecha 15 de abril en el que solicita que se rechace el recurso interpuesto por Rita Maestre contra la sentencia que la condena por infringir el artículo 524 del Código Penal.

El párrafo que incendió las redes fue el siguiente: «Es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el Altar, espacio sagrado para los Católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender y por ello apreciamos el elemento subjetivo del tipo del art. 524CP».

La Fiscal ha ironizado sobre el hecho de que Rita Maestre y el resto de protagonistas de la protesta llevaran escrito en sus torsos las palabras “Puta, libres, bolleras”. ¿Qué ha conseguido? Un circo mediático y un juicio paralelo. También, que muchas mujeres nos enfademos al leer que existe un supuesto derecho de alardear de ser putas, entendido ser puta como ser prostituta o, como lo entiendo yo: la necesidad de una mujer de vender su cuerpo porque no tiene otra manera de llevar el pan a casa. Entiendo en todo momento que la señora Morando es un poco guasona y quería gastar una broma.

- Publicidad -

El artículo 524CP dice lo siguiente: “El que en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas, ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de cuatro a diez meses.” Queda bien claro lo que es una ofensa de los sentimientos religiosos. Los que se cabrean tanto porque se obligue en Francia a que una niña se quite el burka para ir al colegio o que en las tiendas caras de Londres prohíban a las mujeres musulmanas que se cubran el rostro, deberían enfadarse también cuando se protesta en una Iglesia con la intención de ofender a los creyentes. Aunque deberíamos enfadarnos más con los circos mediáticos, con lo absurdo de lo viral y con que la palabra puta pierda peso. No existe un derecho al insulto, aunque sea irónico.

Que creamos que está bien o no hablar de ofensa de sentimientos religiosos es algo moral, como también lo es que creamos que debe haber Capillas en Universidades públicas. Pero lo legítimo, en un Estado de Derecho, es simplemente legítimo. 

- Publicidad -
- Publicidad -

ÚLTIMAS NOTICIAS

- Publicidad -

Espacio para Familias en Torrelodones: talleres sobre crianza y convivencia familiar

La Mancomunidad de Servicios Sociales THAM, organiza este mes de mayo diferentes talleres para padres en torno...

Las Ayudas Cambia 360 abren convocatoria para infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos

El Ayuntamiento de Madrid abre este jueves, 8 de mayo, la convocatoria de Ayudas Cambia 360 para...

‘Nuestro Corazón por Bandera’ reivindica los derechos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en Galapagar

En la tarde de este martes, 6 de mayo, la Presidenta del Partido Popular de Galapagar, Carla...

Dónde estudiar Formación Profesional de la rama Sanitaria: Grados medios y superiores

La Formación Profesional (FP) de la rama Sanitaria y de la salud te permite prepararte en una...

Por qué los asientos de Metro se están tiñendo de verde

Metro de Madrid ha comenzado a implantar una nueva medida para mejorar la visibilidad y el respeto...

La Bandera Azul lucirá en el Pantano de San Juan por séptimo año consecutivo

La playa de la Virgen de la Nueva del pantano de San Juan, en San Martín de...