Barcelona, Madrid y Valencia se mantienen como las ciudades españolas con mayores niveles de competitividad turística, según el informe UrbanTUR 2016, un análisis que elabora cada cuatro años la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, y que mide diferentes indicadores entre 22 principales destinos turísticos urbanos, para analizar los riesgos y oportunidades a los que se enfrentan.
Por detrás de estas tres ciudades que ocupan el podio, se encuentran San Sebastián, Málaga, Sevilla, Palma de Mallorca, Bilbao, Santiago de Compostela y Gijón. El estudio armoniza los resultados dividiendo las ciudades según su dimensión.
De este modo, Palma de Mallorca se encuentra la primera en las ciudades medias (entre 200.000 y 500.000 habitantes), por delante de Bilbao, Gijón y Las Palmas. San Sebastián es líder entre las ciudades pequeñas con población inferior a los 200.000 habitantes, por encima de Santiago de Compostela, Santander y Salamanca.
El informe UrbanTUR 2016 destaca que las ciudades españolas se enfrentan a retos nuevos que no formaban parte de la agenda del turismo urbano hace cuatro años y que en la actualidad tienen profundas implicaciones sobre su propio modelo de ciudad y de convivencia ciudadana.
En las 22 ciudades escrutadas, hay ya 362.493 plazas en viviendas ofertadas en las principales plataformas, lo que supera en un 5% las plazas hoteleras ofertadas.
En este sentido, se resalta la pérdida de la prioridad política en turismo desde las distintas administraciones, que ante la evolución de la demanda y la dinámica urbana ha perdido estatus y relevancia.
El director de estudios e investigación de Exceltur, Oscar Pirelli, ejemplificó esta situación durante la presentación hoy del informe asegurando que solamente el 0,49% del gasto público total se destina al turismo.
Las posiciones en esta lista están condicionadas por la capacidad de incrementar de forma sostenible la productividad del sistema turístico a largo plazo, y para ello se vale de 65 indicadores.
Entre ellos, destacado factores centrales como la gestión de la capacidad de acogida a través del alojamiento, el impulso de una estrategia de movilidad turística, el fomento de la participación ciudadana en la gestión turística de la ciudad, la apuesta por un sistema de inteligencia turística para la gestión del destino y el posicionamiento turístico de cada ciudad por el perfil de gasto del turista.
En comparación con 2012, ha aumentado el trabajo técnico en marketing digital y eficiencia administrativa. Los equipos turísticos han entendido la importancia de estar presentes en los nuevos canales digitales y de dotar a la ciudad de una estrategia eficaz.
Sin embargo, quedan abiertos otros frentes importantes como las escasas reflexiones sobre el modelo urbano o el posicionamiento por segmentos del cliente. Entre las oportunidades por desarrollar, se encuentran la descentralización de las zonas de interés turístico, la descongestión los centros en favor de la periferia así como establecer planes de movilidad específicos para turistas que, salvo en Barcelona, no se encuentran en ningún otro centro urbano.