El director y dramaturgo Miguel del Arco dirige hasta el 30 de julio en el Teatro Kamikaze de Madrid la obra Arte, la comedia «perfecta» de Yasmina Reza, uno de los clásicos contemporáneos de mayor éxito en las artes escénicas, que aborda temas como «la amistad, las miserias e inseguridades».
Esta función, que tiene más de 20 años, «no se reproduce de forma gratuita» y «forma parte del hallazgo de Reza de construir una comedia perfecta envenenada, que encierra una tristeza muy considerable», destaca Del Arco.
Arte habla de amistad «de largo recorrido» de tres hombres. Uno de ellos ha comprado un cuadro: una tela blanca con fondo en el que apenas se perciben unas líneas blancas, una obra que otro mira con indiferencia y que suscita un debate entre ellos que les llevará a debatir sobre su propia relación.
Arte supone el regreso a la comedia para Del Arco, un género por el que no transitaba desde El inspector (2012). «Sabía que Refugio –recientemente estrenada en el Teatro María Guerrero– era un sitio muy oscuro así que está bien alternan ambos mundos», ha dicho.
Eso sí, ha reconocido que la energía que requiere una comedia es mucho mayor. «Es un ejercicio de desgaste físico, los ensayos son durísimos y hay que estar muy arriba para que la risa sea muy relajada», ha dicho.
Más allá de la amistad y el arte, esta obra habla sobre los «roles» en las relaciones, «la dinámica intrínseca de la evolución que provoca la sensación de que todo se desvanece», señala el director.
La obra llegó a España en 1998 al madrileño Teatro Marquina de la mano del actor y director Josep Maria Flotats. Según ha señalado Del Arco, ha intentado que evitar «presionar la risa para ganar la complacencia del público», algo que no le gusta a Reza.
«Hemos puesto el acento en los momentos que lavan el corazón, como El apartamento, de Billy Wilder. «Es una comedia basada en la miseria del ser humano», agrega.