No hay nada más placentero que pasear por el centro de Madrid y encima poder comer bien. Y no sólo comer bien, sino que te deleites con un buen producto y encima con vistas al Palacio Real. Hablamos de La Lonja del Mar, un restaurante ubicado en el Madrid de los Austrias, especializado en productos procedentes del mar, que se ha querido renovar manteniendo toda su esencia.
Su Vieira braseada con crema de calabaza y queso azul es espectacular, al igual que su Gamba Roja de Denia al Jerez hecha en Rechaud, como en los clásicos restaurantes parisinos, y qué decir de sus clochinas valenciana al champagne, todo pura delicia. Tres platos exquisitos que pudimos degustar en una mesa única, no sólo con vistas al Palacio Real, sino que también por suerte pudimos apreciar el imponente Teatro Real. Unos platos nuevos que entran de lleno en la carta de La Lonja para sorprender a los comensales.
Las redes, olas, conchas y caracolas que cuelgan de los techos junto con los amplios ventanales que dan al Palacio Real hacen que La Lonja sea un restaurante ideal para disfrutar de una verdadera experiencia gastronómica. Su decoración ha sabido recrear los colores y las texturas de lo más profundo del océano para trasladar al comensal directamente al corazón del mar.
Y es que La Lonja del Mar se renueva manteniendo su misma esencia en dos espacios gastronómicos: un elegante restaurante con vistas al Palacio Real, y una taberna castiza ubicada en la misma Plaza de Oriente, cuya especialidad son los arroces. “La Lonja nace de la ilusión y el amor por la cocina y el mar”, asegura a Carlos Gutiérrez, director de La Lonja. Efectivamente, es pasión lo que encontramos en las cocinas de este restaurante. Otro punto a favor de este local madrileño es su servicio, impecable.
Como su propio nombre indica, en La Lonja del Mar encontrarás especialidades en pescados y mariscos, aunque no se olvidan de los platos dirigidos a los amantes de la carne como muestran su Solomillo con salsa de foie, parmentier trufada y seta de temporada, las Chuletillas de lechazo a la brasa con patatas Puente, Rabo de todo desmigado en su jugo con crema de tupinambo o su clásico Steak Tartar. La carne de Vaca Rubia gallega de 30 días de maduración a la brasa en madera de encina es una perdición, de hecho, damos fe que no sólo la calidad llega a los productos del mar sino también a la carne.
Sus postres hechos en la Réchaud, como las crepes Suzette o las fresas gratinadas son otro clásico. Aunque su Torrija infusionada en vainilla con crema de cereza y helado de Amarena es también una locura que no debes dejar de pedir.
La barra de La Lonja del Mar es otro de los espacios en los que poder degustar la verdadera esencia del mar. Un sitio donde poder picar y degustar sus creativas tapas y así como productos frescos del mar mientras te tomas un buen vino, cuentan con más de 200 referencias, o una cerveza de autor. Su vermú casero es uno de los más aclamados de Madrid, en el que se maceran más de 20 especias y hace que la barra de la Lonja se convierta en una parada obligatoria en la capital.
Su espectacular terraza tanto de verano como de invierno, ubicada en la emblemática Plaza de Oriente, es una de las más bellas de Europa, y cuenta con vistas al Palacio Real y la Catedral de La Almudena.
Junto al restaurante se encuentra la taberna de La Lonja donde pasar un buen rato y disfrutar de los mejores arroces marineros y las mejores tapas. Un espacio divertido y desenfadado, con amplias cristaleras que dejan pasar la luz natural, decorado en tonos azules y blancos, en homenaje a la mar, con tradicionales cerámicas que engalanan las paredes, sillas de madera, y mesas de mármol típicas de las antiguas tabernas madrileñas.
