Fundación Colores de Calcuta es una ONG que lleva ya diez años realizando diversas labores sociales y sanitarias en Calcuta, concretamente en el barrio de Pilkhana, o también conocido como ‘La ciudad de la alegría’. Su directora en España, María de Muns Ynzenga, nos concede una entrevista con la que damos a conocer todo el trabajo que llevan a cabo y el esfuerzo que hay tras él.
¿Cómo surgió la ONG?
Colores de Calcuta nace en 2006 de la mano de Antonio Mesas que es el fundador. En ese momento vivía en Barcelona y llegó de voluntario a Calcuta para estar con las Misioneras de la Caridad que son la congregación religiosa de María Teresa de Calcuta. Y cambió su vida. Dejó todo para intentar crear algún proyecto y en su búsqueda conoció a nuestra ONG india que se llama Seva Sangh Samiti que lleva desde 1968 trabajando en el barrio de Pilkhana. Tiene la particularidad que la gente que trabaja allí es gente del mismo barrio que ha Recibido la información necesaria para llevar a cabo todos los proyectos.
Antonio Mesas llega en un momento muy delicado para la ONG: llevaban cuarenta y pico años trabajando y tenían que cerrar proyectos por falta de fondos.
Entonces creó primero la casa de acogida para niñas, Anand Bhavan. Yo llego el verano que se funda esa casa de acogida que fue el primer proyecto de todos, un hogar para treinta niñas residente cuyo objetivo es que puedan estudiar, crecer sanas y a través de la educación poder tener una vida mejor.
Al poco nos piden ayuda para un centro médico del barrio que estaba a punto de cerrar, viendo que les gustaba como trabajamos que hacíamos un buen equipo. Y lo creamos también.
¿Qué diferentes labores hace la ONG en el barrio de Pilkhana, Calcuta?
Tenemos primeramente el centro médico. Empezamos con tres departamentos y ahora tenemos nueve funcionando, hemos podido ofrecer una atención y cada vez más técnica, de hecho, los tres últimos departamentos que hemos abierto es una clínica dental, un departamento de oftalmología y optometría y otro de rino-laringología que requieren de maquinaria muy técnica y más costosa.
Tenemos medicina general, pediatría y ginecología, neumología y departamento de fisioterapia para niños y adultos. Los niños sobre todo son niños con discapacidad que dentro de los niños en situación de pobreza si además tienen discapacidad la situación es más complicada porque apenas hay recursos para ellos.
Al principio nos llegaba gente del barrio, ahora nos está llegando gente de fuera del distrito porque se entera de que ofrecemos estos servicios. Hay dos hospitales públicos en la zona pero no tienen los recursos necesarios y tampoco hay red de salud primaria.
Dentro del centro médico también tenemos el programa de bebés con desnutrición y la escuela infantil para los niños que terminan el programa de desnutrición donde se les vigila para que no vuelvan a caer en la desnutrición hasta que vayan al colegio.
Anand Bhavan es la casa de acogida. Ahí tenemos a 30 niñas en situación de pobreza que mantienen el contacto con sus familias. No es una escuela, acuden a escuelas del barrio según su lengua materna y nosotros, además del apoyo en desarrollo en necesidades básicas también les ofrecemos clases de informática, inglés, de apoyo al hacer los deberes y actividades artísticas y lúdicas.
También tenemos un taller de artesanía que está en el mismo edificio de la casa de acogida. Surge porque nos dimos cuenta que la mujer en India que vive en situación de pobreza es muy vulnerable y vimos que muchas de ellas no habían ido al colegio o lo habían abandonado. No tenían una formación pero necesitaban trabajar, y esto les dificultaba mucho encontrar trabajo para generar ingresos y mantener a sus familias. Vista esa necesidad, se vio que muchas mujeres indias de madres a hijas enseñan a coser, a bordar y muchas tienen muy buena mano. Partiendo de eso propusimos a mujeres del barrio si les interesaba que abriéramos un taller que tuviera una parte de formación para profesionalizar el producto para venderlo y luego otra parte de producción donde se elaboraran artículos en su mayoría textiles que pudieran vender.
¿Las familias son las que contactan con la ONG para pedir alojamiento y cuidados para sus hijas?
Exacto. Ellas contactan con nosotras y la selección de las niñas sigue un único criterio que es la situación familiar de pobreza, pero hay muchas situaciones diferentes con lo cual se valora con visitas a las casas y entrevistas con las familias cuál es esa situación y en función de eso se selecciona. La parte fundamental es que nuestro equipo es de allí entonces muchos de ellos son vecinos de las familias y conocen las situaciones. Desgraciadamente muchos acuden y no tenemos plaza pero tomamos notas.
¿Hasta qué edad están como residentes las niñas en Anand Bhavan?
Como residentes están hasta que cumplen los 18 años, más que por edad es cuando terminan la escolarización porque muchas pueden repetir curso etc. Después nosotros seguimos acompañándolas, si necesitan ordenadores vienen a la casa por ejemplo pero la idea es que sean cada vez más independientes. Tenemos tres niñas que acaban de terminar los estudios y hemos valorado que pueden seguir haciéndolos desde sus casas. En el caso de que una adolescente viva en la calle podemos acordar que siga viviendo en la casa.
¿Los trabajadores son habitantes del barrio?
Todos lo son. Tanto los médicos, profesores, enfermeras, farmacéuticos etc son equipo local y actualmente hay unas 52 personas trabajando en terreno.
¿Cuál es tu papel en la ONG?
Yo voy y vengo. Los tres primeros años estuve en India y ahora reparto mis funciones entre India, donde hago más la evaluación técnica, y en España donde hacemos más la captación de fondos. Yo soy la directora en España de Fundación Colores de Calcuta. Nuestro papel es conseguir la financiación para los proyectos a través de acciones de captación de fondo y comunicación, eventos etc.
¿Contáis con sedes o apoyo en otros países?
Sí, de hecho en Italia hay un doctor que se llama Cesare Santi que vino a Calcuta, conoció nuestro proyecto y se unió. Nosotros somos un equipo muy pequeño formado por voluntarios que creen en el proyecto pero además hay gente colaboradora en diferentes formas y acciones. A Cesare lo que le paso fue que fue a Calcuta y le encantó, conectó con nuestro trabajo y lo que hizo es crear Amici Colores de Calcuta Italia ONLUS que es una organización hermana. Lo que hacen allí es lo mismo, captar fondos que enviamos a Calcuta para financiar. En suiza Fundación Petrini colabora mucho con nosotros de una forma muy muy activa.
¿Cuáles son las fuentes de financiación?
Nuestras fuentes de financiación están muy diversificadas, dependemos y conseguimos mucho gracias a las micro donaciones, no recibimos grandes subvenciones aunque sí que es verdad que el año pasado conseguimos el premio Mapfre que fue de un gran ayuda. La gran base de nuestra financiación viene del apoyo de la gente, de esos diez euros al mes o al año, eso es fundamental para una organización como la nuestra.
¿Tenéis futuros eventos pensados para la captación de fondos?
Ahora estamos con la celebración de los 10 años, con motivo de esto, además de la celebración que vamos a hacer en Madrid, en Barcelona vamos a organizar también la celebración del décimo aniversario. También en Laredo porque hay una pequeña familia de colores ahí y también hay previsto un concierto de navidad el 1 de diciembre en la universidad Francisco de Vitoria. Ahí cantará el coro de la Escolanía de los niños de El Escorial con Pitingo. Para nosotros es una manera de celebrar toda la gente que nos ha apoyado y la que vendrá.
¿Qué proyectos tenéis en mente? ¿Está entre ellos expandiros a nivel territorial?
Por el momento todavía queda mucho por hacer en la comunidad que estamos trabajando. Nos facilita mucho que los proyectos que estamos haciendo están muy comunicados los unos con los otros y así podemos dar la respuesta a cualquier problema más fácilmente.
Lo que nos gustaría y de cara al futuro, no sabemos si a corto, medio o largo, es hacer una escuela para los niños de barrio que diera educación de calidad a los niños en situación de pobreza con los que trabajamos desde que son bebés. Sí vemos la necesidad de una escuela en este barrio para estos niños y es nuestro gran sueño. Espero que se pueda hacer.
En el libro de fotografía Though the eyes of girls las propias niñas de la casa de acogida eran las fotógrafas ¿Cómo fue todo el proyecto?
Las niñas de la casa de acogida hicieron un taller de fotografía con tres fotógrafos indios y el resultado fue tan sorprendente que la Fundación Petrini se animó a editarlo y lo hemos presentado en la Bienal, en Madrid, en el Instituto Italiano… es un viaje a Calcuta a través de los ojos de estas 30 años. Fueron a diferentes zonas de la ciudad, les dejaban las cámaras también fuera del taller y retrataban lo que querían.
La Fundación Petrini consiguió el equipo de diseño para el libro y todo y corrió con todos los gastos de edición, transporte etc. De esta manera el 100% de los ingresos de este libro va directamente destinados a la casa de acogida.
Aquí en Madrid está en la tienda Fotocasión en El Rastro y una tienda que se llama El Sur. Para cualquiera que no quiera desplazarse físicamente nos puede enviar un correo a [email protected] solicitando el libro y sería el precio del libro más los gastos de envío.