Siete de cada diez coches que han circulado durante los últimos cinco años por Madrid han sido multados, según un estudio elaborado por la Fundación Línea Directa.
En este sentido, la administración madrileña se encuentra en el segundo lugar en el ranking de ayuntamientos que más han multado a sus conductores, precedida por Barcelona, que lo ha hecho a ocho de cada diez coches que han circulado por la ciudad. En contraposición, se encuentran Álava y Zamora, las ciudades que menos multan.
Las sanciones de tráfico han aumentado en todo el territorio español un 80 por ciento y se ha recaudado cerca de 30 millones de euros. En cuanto a la tipología de las multas interpuestas, priman las de exceso de velocidad.
En segundo lugar, se encuentran las multas de aparcamiento y a más distancia, el incumplimiento del deber de identificar al conductor en caso de pérdida de puntos. Otras de las multas más comunes han sido no respetar las señales verticales y los semáforos, conducir hablando por el móvil y circular sin haber pasado la ITV y sin cinturón.
En cuanto al perfil de aquellos que han sido sancionados se trata de un hombre de 35 a 44 años, con experiencia como conductor y reincidente. De hecho, casi 1,2 millones de conductores han sido multados más de 5 veces y el importe medio de estas asciende a 208 euros.
En tema de sanciones, el estudio también ha destacado un aumento de no tolerancia hacia la conducción bajo el efecto de alcohol y drogas. De hecho, el informe ha recogido que 8,2 millones de personas son partidarios de la tasa 0 de alcoholemia (en su mayoría mujeres y entre 25 y 44 años), un porcentaje equivalente a 26 millones de sanciones al año.
Por otra parte, el estudio apunta que un 92 por ciento de los españoles piensa que las multas tienen una intención eminentemente recaudatoria. Además, destaca que «la indefensión a la hora de recurrir» es uno de los principales problemas relacionados con las sanciones de tráfico. Sólo el 8 por ciento de los conductores sancionados cree que hay garantías para reclamar y el 70 por ciento se acoge a la reducción por pronto pago porque cree que es muy complicado ganar.
Pero los conductores no se limitan a quejarse, ya que también proponen soluciones distintas, muchas de ellas en clave social. De hecho, la mayoría de los conductores españoles (52 por ciento) está a favor de imponer multas de tráfico en función de la renta y el 20 por ciento, (5,2 millones de conductores) considera que las multas contribuyen a reducir la siniestralidad. Finalmente, el 98 por ciento es partidario de que la Administración destine el dinero recaudado a mejorar la seguridad vial.