El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, destaca que «la Iglesia no es enemiga del hombre» y que su labor, que «se manifiesta en régimen de libertad total, sin prohibiciones ni persecuciones», está dirigida a promover «el desarrollo integral del hombre».
Así lo explica Osoro en su misiva dedicada a la Semana Santa, en la que indica que el hombre «necesita de Dios», ya que un «desarrollo auténtico exige una visión trascendente de la persona». «Os invito a que contempléis a un Dios que enriquece plenamente al hombre», añade en referencia a las celebraciones de esta semana.
El arzobispo explica que la Iglesia «abre al hombre a la plenitud» y que «urge hacer ver a la humanidad la necesidad de la perspectiva de la vida eterna para no encerrar al ser humano en la historia». «En esta Semana Santa, recordad que el Bautismo fue la primera y fundamental relación vital entre la Pascua del Señor y nuestra Pascua», añade.
En su carta, Osoro anima a los madrileños a descubrir «la riqueza» que trae Jesucristo. «El Domingo de Ramos descubríamos cómo entró en Jerusalén en un borrico que nadie había montado», explica. Este «detalle» de que «nadie lo había montado» significa que «Él viene sin la fuerza de la violencia, sin imposiciones», según el arzobispo.
Otro de los mensajes que traslada es que «el arma» para «cambiar este mundo» es el «amor». Osoro indica que Jesús «es insultado, ultrajado, azotado» y «el arma que Él utiliza» es el «su amor». «Atrevámonos a acoger ese amor», añade.
Osoro finaliza su carta pidiendo que «tengamos el atrevimiento de encontrarnos con Él para saber dónde está la fuente de la alegría». «Utilicemos el arma de su Amor», concluye.