Junto a la Puerta de Alcalá, en pleno barrio Salamanca y en frente del Retiro, se encuentra el restaurante de moda. El Perro y la Galleta es la propuesta gastronómica de Carlos Moreno Fontaneda, los mismos propietarios que el famoso bar del Barrio Malasaña, La Galleta.
En un local antiguamente ocupado por la famosa confitería y pastelería Hernani, se produjo hace alrededor de año y media una reforma espectacular para dar sitio a esta nueva oferta gastronómica.
Lo más llamativo de El Perro y la Galleta es su decoración vintage. Una decoración propia de un club inglés, juego de luces, curiosos elementos decorativos que harán que te sientas como en casa, ya que hasta el último detalle está cuidado. Además, han cogido el nuevo concepto tan extendido en Madrid, de manera que el local sirva tanto para desayunar, almorzar, afterwork con cocktails o para una cena elegante.
Una gran barra preside la sala principal, mientras que al fondo aparecen otras salas más pequeñas e, incluso, otra pequeña barra más informal para el afterwork. Además, una amplia cristalera permite ver la cocina y observar como preparan tu plato.
La carta está diseñada para el barrio en el que está y las necesidades de su clientela. Entre los entrantes para compartir destaca el plato de berenjenas rebozadas en galleta con parmesano y pomodoro o la mezcla entre el ceviche y el carpaccio.
Pasando a los primeros y segundos, los rissotos, burrata, tacos, y carnes como el solomillo de buy coronan los platos más exquisitos. Si es bien, que muchos de los platos están repetidos por su triunfo en su actecesor Bar Galleta. Todos sus platos están creados con un toque desenfadado, informal pero también laborioso y cuidadoso.
En cuanto a los postres, El Perro y la Galleta han creado un postre estrella para su carta: la tarta de tres chocolates con helado de galleta. Un postre que se convertirá en el broche final de una gran velada.
Además, la gran novedad de este local es que si tu perro no es muy salvaje, podrás entrar con él y disfrutar junto a tu perro de una agradable velada.
Con tan solo año y medio de vida, El Perro y la Galleta se ha convertido en un clásico e imprescindible de la gastronomía de Madrid.