En el límite entre Madrid y Castilla-La Mancha, se encuentra una pequeña localidad perdida en el tiempo, Talamanca de Jarama. Debe su nombre al río Jarama que pasa por este pequeño pueblo con orígenes románico y mudéjares, lo que lo hace rico en patrimonio histórico-artístico. Su hábitat natural es único, en especial por la gran variedad de aves que se concentran en esta región.
Como congelado en el tiempo, así se siente todo el que visita Talamanca de Jarama, pues sus espacios amurallados evocan a épocas pasadas, en especial a la Edad Media. Son muchos los monumentos que aún se encuentran en pie datados de esa fecha, la influencia románica, y románica-mudéjar es indiscutible, declarados Bienes Culturales Inmuebles Protegidos. Talamanca de Jarama posee los mayores yacimientos arqueológicos procedentes de la época romana.
Arqueólogos encargados de estudiar esta localidad han coincidido en que la época de fundación de este poblado podría ubicarse en la Edad de Hierro, con una raíz celta europea. Pero su momento de esplendor fue como ciudad romana, conocida para ese entonces como Armántica, época de la cual se han encontrado estelas y cerámicas, pero la herencia más importante que nos dejó esta época es el Puente Viejo, lo que hace pensar que esta ciudad era una ciudad de paso que recibía numerosos viajeros, de ahí su rica mezcla cultural. En este pequeño pueblo también encontramos parte del legado del arte visigodo, en piedras labradas, iglesias, y fachadas de casas.
La mezcla de ambas culturas en un lugar tan pequeño hace de Talamanca de Jarama un lugar mágico y exótico, en donde se pueden revivir los últimos dos mil años de historia en dos mil metros. Por esta razón, esta villa ha sido escenario de múltiples películas y series, tanto americanas como españolas, un ejemplo es Conan el Bárbaro, Los Fantasmas de Goya, Don Quijote, La Lozana andaluza, y Abuelo made in Spain, entre otras tantas.
Otro valor que posee Talamanca de Jarama son sus paisajes ecológicos y naturales, como el arroyo del Valdejudíos. Sin duda es un lugar que vale la pena conocer, donde se puede aprender historia y a la vez desconectar de la rutina con su hermosa naturaleza.