Sería ingenuo pensar que el único objetivo de los museos es crear exposiciones fieles a los artistas que recogen y divulgar sus obras con fidelidad a sus trayectorias. Uno de sus objetivos complementarios más evidentes es la captación del público, que muchas veces podría estar interesado en las exposiciones que se exhiben, pero que muchas veces ni siquiera sabe que estas existen. El Museo Thyssen, adaptándose a las nuevas tecnologías, ha creado el videojuego ‘Nubla 2’, en el que sumerge a los jugadores en una experiencia pictórica interactiva.
UNA CONTINUACIÓN MUY ESPERADA
‘Nubla 2: M. La ciudad en el centro del mundo’ es una secuela de ‘Nubla’, primera parte de esta innovadora saga que surgió en 2016 con el objetivo de hacer converger el mundo del videojuego y del arte pictórico. En su momento, cosechó premios al Videojuego más innovador y al Mejor Videojuego Cultural de la Comunidad de Madrid por parte de 3D Wire. Su segunda parte ha ganado el premio Titanium al mejor Serious Game del año.
Este producto tiene una duración de unas ocho horas, y utiliza su tecnología para difundir el mundo del arte y transmitir mensajes sobre la sociedad actual. El juego tiene como protagonista a un monigote que visitará los distintos cuadros del Museo Thyssen y se informará sobre su influencia en el mundo.
LOS PROBLEMAS DE NUBLA
Tanto ‘Nubla 2’ como su predecesor resultan visualmente atractivos, teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el que cuentan. Sin embargo, como cualquier ‘gamer’ sabrá, su duración es demasiado corta, y su carácter de producto educativo lastra lo que podría haber sido. Resulta evidente que se ha obviado el aspecto de la jugabilidad en favor del arte.
Quizás este título le sirva al Museo Thyssen para promocionarse y consiga atraer a nuevos visitantes a su museo. Sin embargo, a pesar de la encomiable iniciativa para acercar el mundo de la cultura y los videojuegos, resulta algo artificial. Nuevas obras como ‘Heavy Rain’ o ‘Red Dead Redemption 2’ hacen mucho más para que el medio evolucione.
