Iba a desaparecer con la llegada del diseño gráfico. Pero no. Había tocado fondo a principios del siglo pasado. Tampoco. Lo cierto es que la pintura ha sido capaz de resistir el paso del tiempo pese al gran número de ocasiones que, a lo largo de la historia, se ha anunciado su muerte. Ha adoptado nuevas formas, se ha desprendido de corsés y ha saltado de la pared, tal y como se puede ver en una exposición organizada en CaixaForum Madrid.
Bajo el lema «La pintura. Un reto permanente«, la exposición, que se podrá ver hasta el 1 de marzo de 2020, está formada por una treintena de obras de las colecciones de arte de «la Caixa», entre los que se encuentran nombres como Gerhrad Richter, Sean Scully, Jessica Stockolder o Ángela de la Cruz.
Las estrategias de la pintura para renovarse sin perder su esencia han sido múltiples. Desde la monocromía (pintar con un solo color) hasta la innovación en el soporte, como el cuadro completamente blanco de Robert Ryman en fibra de vidrio que dialoga con dos cuadros gemelos de Ettore Spalletti, confeccionados con la técnica de estuco sobre madera, que solo se descubre al acercarse.
Esta búsqueda de los autores por reinventar la pintura, también se aprecia en las acuarelas y gouaches en tonos rojizos y morados de Joaquim Chancho, que no se exponían al público desde los noventa. «Todas sus pinturas parece que tienen un tiempo particular», ha apuntado Bisbe.
La mayoría de las obras de la exposición pertenecen a la colección de la Caixa, que comenzó a forjarse en los ochenta y está compuesta por un millar de obras. Muchas de las expuestas en esta exposición, -que primero se inauguró en Barcelona-, no han sido vistas nunca en Madrid.
«La pintura. Un reto permanente» explora también la capacidad de la pintura para saltar de la pared y convertirse en un escenario, como si fueran «pinturas penetrables». Es el caso de la «Air-Padded Table Haunches» de Jessica Stockholder, que ocupa toda una sala con lámparas, alfombras, tejas, mesas, y pintura acrílica, y otros elementos de color, que sirven a modo de «una pintura expandida».
De la monocromía a la instalación, los límites pintura han saltado en los últimos años para reinventarse constantemente. En el apartado «mutaciones», Bisbe ha concentrado los ejemplos más experimentales.
Es el caso de una obra de Ángela de la Cruz, una española afincada en Londres que cuando consideró que la pintura estaba agotada comenzó a doblar los bastidores de los cuadros y adoptaron así un sentido escultórico, o el brasileño Marepe, que reinventa la pintura apoyándose en el «ready-made», con unas escultóricos rollos de colores que parecen estalactitas.
La exposición cuenta también con las propuestas de Carlos Bungas, Günther Förg, Lui Shtini, Richard Tuttle, Antoni Llena o Kerstin Brätsch.
Como una muestra más del componente de «hibridación» que ha marcado la historia de la pintura en las últimas décadas, Caixaforum Madrid ha organizado una performance del artista Bernat Daviu.