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Fundación Prodis: «Con el Covid nos hemos tenido que reinventar para dejar claro que seguíamos ahí»

Entrevistamos a Fundación Prodis, una organización que trabaja con personas con discapacidad intelectual y que nos cuenta como se lleva la crisis sanitaria desde el lado de los más vulnerables.

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Por Myriam Pascual y Esther Moreno

Muchas han sido las quejas por las medidas, o la falta de ellas, que se han tomado a lo largo de los últimos meses debido a la pandemia que no nos afecta de manera uniforme a todos los miembros de la sociedad. El coronavirus ha intensificado las barreras de los más vulnerables al añadir dificultades extra, en materia de sanidad y comunicación, a la discriminación a la que hacen frente día tras día, por no seguir una norma cuanto menos, injusta. 

Uno de los agentes del cambio desde hace 20 años es Fundación PRODIS, una institución comprometida con la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual para una inclusión total en una sociedad justa y solidaria con la que hemos podido compartir su conocimiento sobre cómo viven estas personas la emergencia sanitaria. 

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Fundación Prodis cuenta con programas de diferentes ámbitos, desde educación preuniversitaria, formación superior (Programa Universitario con la Universidad Autónoma de Madrid) y Centro Especial de Empleo, Centro Ocupacional, formación y sensibilización empresarial hasta servicios de orientación, logopedia, gestión del tiempo libre y deporte. Su directora, Almudena Escrivá de Romaní nos acerca su compromiso para luchar por quien lo merece y define la Fundación como “ una entidad que ha apostado muchísimo por la formación de estos jóvenes, por hacer itinerarios formativos dignos en cada ámbito de su vida. Crear un apoyo en muchísimas disciplinas, para ayudarles a mejorar su autonomía y que su integración social sea real y, así, trabajar día a día para que las competencias de esas personas sean estables”.

Fundación Prodis: "Con el Covid nos hemos tenido que reinventar para dejar claro que seguíamos ahí" 1

Y a esto añade: “Hacemos un proyecto de vida con ellos. Un valor importantísimo es estar al servicio de las personas. No se nos olvida nunca que trabajamos para personas. El respeto, la dignidad, la persona, la justicia, la innovación, pero con palabras grandes. Es decir, trabajar para que el mundo cambie, eso es a lo que llamo innovación”.

ADAPTACIÓN A LA PANDEMIA: SITUACIÓN SOCIAL Y EMOCIONAL

La Covid-19 ha llevado a miles de organizaciones a reconducirse y modificar su modus operandi, creando así un entorno de incertidumbre que ha supuesto la toma de decisiones más rápida de la última década. Sin embargo, si hay algo que caracteriza a esta fundación es la rapidez de adaptación y su capacidad de anticipación ante situaciones excepcionales. Siguiendo al detalle toda la información proporcionada a través de los medios de comunicación, Prodis no quiso esperar a que la situación se agravara para tomar medidas. Por ello, estableció “un sistema de seguridad para ver cómo podíamos deslocalizarnos todos los profesionales en 24 horas si era necesario. Desde el día 11 de marzo los programas y servicios en la fundación han continuado en un formato online. Es decir, nos hemos reconvertido, nos hemos reconducido porque teníamos muy claro que la misión tenía que seguir” señala la directora.

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Con esta necesidad inmediata de continuar con el trabajo como hasta ahora pero de manera remota, “se implementaron todos los programas con las familias” y se trabajó para conseguir las plataformas adecuadas para todos los jóvenes y profesionales. Sin embargo, la parte de la Fundación que debía mantenerse abierta puso en marcha unos planes de contingencia que se desarrollaron con ayuda profesional. En su caso, “CUSMAN se acercó a nosotros y nos ayudaron a hacer la distribución del aforo y los flujos del edificio. Tuvimos que ir a certificar en Buenas Prácticas COVID, nombrar un responsable Covid en la casa para tener una sede lo más segura posible”, según añade la directora.

Además, la fundación se ha apoyado en subvenciones por parte de múltiples entidades para ayudar a paliar esa brecha digital existente entre los jóvenes que no disponían del material necesario y, así, asistir a sus familias. Este proceso de adaptación se ha convertido en una acción conjunta y desinteresada de múltiples personas con un mismo fin: seguir ayudando a los que más lo necesitan.

Así lo explica Lola Izuzquiza, directora de calidad y programas formativos de Prodis: “Para muchos de nuestros jóvenes y sus familias, esta situación ha sido muy dura. Estamos hablando de trabajadores con discapacidad que por primera vez se han enfrentado a una situación de ERTE (con la privación de la estimulación emocional y cognitiva que para ellos supone ir al trabajo y ser parte activa de la sociedad), y a familias trabajadoras que de pronto se han visto envueltas en una dinámica de cuidados especiales, sumada a su condición laboral”.

Por esta razón, entre las dificultades que esta fundación ha tenido que afrontar para seguir realizando su labor se encuentra la de reforzar, en gran medida, todo el apoyo emocional dedicado a los jóvenes a los que forman y con los que trabajan. El bienestar emocional fue uno de los puntos más delicados, pero a la vez más reconfortantes de todo este proceso. “El trabajo de nuestras psicólogas ha sido, y sigue siendo esencial, en esta situación de adaptación a lo que ahora llaman ‘nueva normalidad’. Poco a poco, y de la mano de un seguimiento constante y un apoyo incondicional, hemos podido ayudar a nuestras familias a encauzar esta situación”, indica Lola.

Fundación Prodis: "Con el Covid nos hemos tenido que reinventar para dejar claro que seguíamos ahí" 2

Sin embargo, su previsión y rapidez a la hora de adaptarse a la nueva situación, les permitió evaluar todos los inconvenientes que fueron surgiendo en cuanto a la conversión al teletrabajo, ya que cada caso es diferente, pues no todos los trabajos de estas personas a las que dan apoyo podía realizarse de manera remota. Según la responsable de ECA, “Solamente en un 15 o 20% de los casos han podido teletrabajar, porque la mayor parte de las tareas que ellos hacen requieren esa presencialidad”.

Uno de los factores clave para reforzar ese bienestar emocional fue exaltar más que nunca la idea de unión de grupo. Para ello, todo el equipo de la Fundación Prodis se ha preocupado en “trabajar ese cuidado del bienestar emocional, ese trabajo en grupo” desde el minuto uno. Lo cual ha sido posible gracias también en gran parte a la participación y adaptación de los propios jóvenes, que como señala Almudena “facilitan cualquier cambio a los profesionales de una manera absolutamente admirable, trabajan en equipo como muchos deberíamos aprender. Porque son personas que trabajan en equipo pero realmente sumando entre los compañeros”.

Así, durante el periodo de confinamiento, la fundación y las 150 personas que forman parte de ella se dedicaron a trabajar como una unidad. En este sentido, se desarrollaron múltiples iniciativas y actividades para poder completar este proceso, continuando con la vida en los espacios que tenían. Con este fin, se renovaron las plataformas online, muchas empresas participaron en estas iniciativas, se impulsaron lecciones magistrales y, todo ello, sin dejar de lado el ocio de fin de semana con diferentes actividades creativas, algo sumamente importante para generar ese bienestar grupal.

De esta manera, se han puesto en marcha algunas actividades de ocio que se han llevado a cabo de manera online como clases de gimnasia rítmica, maquillaje o karate a través de profesores especializados. Además, se han organizado seminarios sobre los orígenes de Madrid e incluso se han realizado viajes online para conocer diferentes ciudades del mundo. Por lo que a través de su eficaz servicio de orientación, Prodis ha conseguido reinventar la formación de estas personas y la inclusión social por medio de un acompañamiento individualizado extraordinario.

Esta idea también la puntualiza Lola Izuzquiza, cuando explica que “de una forma completamente personalizada, nuestros orientadores han trabajado y trabajan a diario con las familias que están pasando por un momento complicado; muchas de ellas han perdido su trabajo o sus negocios de toda la vida se están viendo gravemente afectados. Por ello, pensamos que el apoyo de nuestros profesionales es completamente esencial”. Y así se ha visto reflejado en las encuestas de calidad realizadas por la fundación, tanto de profesionales como de jóvenes, donde se ha observado un grado de satisfacción muy alto, según ha indicado la gerente de la organización.

PROYECTOS DURANTE LA PANDEMIA

CONECTA2

No cabe duda de que la situación actual ha supuesto una readaptación de todas las actividades de carácter formativo y laboral, lo que ha provocado que se acentúe esa brecha digital, ya mencionada, que es especialmente marcada en las personas con discapacidad intelectual. No solo por el hecho de tener menos recursos, sino porque hacen uso de un procedimiento más lento para interiorizar todas las competencias necesarias para usar las nuevas tecnologías.

Por esta razón, en Prodis han trabajado en formar a estas personas con discapacidad intelectual en campos tecnológicos y de teletrabajo, a través de diferentes iniciativas. Además, según explica Lola “la situación que vivíamos nos permitió identificar quiénes tenían mayores dificultades de acceso y funcionamiento y a partir de ello articular un nuevo programa enteramente dirigido a ofrecer nuevas oportunidades a todas las personas que pudieran necesitarlas, tanto a las personas con DI, como a sus familias”.   

Una de estas nuevas herramientas que emplearon para facilitar esta interacción de manera telemática es el Curso Experto Conecta2, “en el que actualmente tenemos a 29 personas matriculadas, algunas fuera de España”, según indica Izuzquiza.

El proyecto innovador Conecta2 se realiza para paliar esas dificultades que presentan las personas con discapacidad intelectual en cuanto al uso de herramientas digitales a través de un curso especializado en el que se trabajan diversas áreas, como el manejo de diversas aplicaciones y programas informáticos; así como  la adquisición de criterios básicos sobre seguridad y privacidad en la red. Otro de los puntos positivos a destacar obtenido de esta adaptación al formato digital ha sido la posibilidad de llegar más a las familias, según ha explicado Lola Izuzquiza, “porque finalmente, estamos en la pantalla dentro de sus propias casas. Este sistema nos permite llegar a más beneficiarios, incluso a aquellos que a día de hoy no forman parte de la entidad, a través de formación 100% online asíncrona, como el MOOC o la formación en competencias digitales”.

Todo ello con el fin de fomentar una inclusión tecnológica que les servirá tanto para su futuro profesional como personal. La idea es conseguir adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas circunstancias según van sucediendo y, para ello, Prodis es su punto de apoyo.

CENTRO ESPECIAL DE EMPLEO 

PRODIS también cuenta con un Centro Especial de Empleo donde se proporciona trabajo remunerado a personas con discapacidad intelectual. Para ello, cuenta con actividades de diversas áreas como la gestión documental y digitalización, manipulados y ensobrados, tienda online, mercadillos solidarios y talleres de sensibilización, entre otras. El director del programa Prodartis, Germán Martinéz, nos detalla en qué consisten estas actividades y cómo les está afectando la pandemia: “PRODIS ofrece muchísimas posibilidades para el mundo empresarial de cualquier formato, desde la incorporación de jóvenes en prácticas en sus empresas, siempre de la mano de mediadores especializados, hasta actividades de voluntariado en las que queremos ofrecer a empresas y familias la oportunidad de conocer y vivir una experiencia directa con nuestros jóvenes con discapacidad, hay muchísimas posibilidades.

Una de las actividades son los talleres de sensibilización que, como cuenta Germán, “son sesiones para hacer en equipo y descubrir realidades diferentes. Están organizados de manera que los jóvenes asumen un rol de profesores enseñando a los participantes a elaborar un producto solidario de los que ellos elaboran a diario en su trabajo como cuadernos, camisetas, tazas…”. Sin embargo, actualmente, la situación les ha exigido realizar estos talleres a través de plataformas como Zoom o Teams. Pero siempre buscando los mismos objetivos y obteniendo los mismos resultados.

Por su parte, Teresa Rodríguez, explica que otra de las nuevas formas de trabajo han sido las mesas redondas. “Nos resultan fundamentales para darnos a conocer con las nuevas empresas. Ya no son presenciales, pero ha sido muy fácil trasladarlas al formato digital, porque es más sencillo buscar un hueco para conectarse que desplazarse hasta algún lugar concreto”. En estas mesas redondas la Fundación Prodis se centra en explicar quiénes son y qué hacen, además de las diferentes formas de colaboración que tienen. Según explica la responsable, también cuentan “con los testimonios de jóvenes con discapacidad intelectual que han estado trabajando en diferentes empresas con las que colaboramos y que comparten sus experiencias”. 

Sin embargo, a pesar de todas las dificultades no está de más decir que todo problema siempre tiene su lado bueno en términos de aprendizaje y crecimiento personal. La Fundación Prodis funciona gracias a que obtiene financiación por parte de múltiples empresas con las que colabora y que también apuestan por esta causa y persiguen el mismo objetivo que ellos. 

Por esta razón, según Teresa, Prodis es una fundación muy afortunada, pues han podido seguir trabajando “con empresas muy comprometidas. Muchas han participado en seminarios, en sesiones formativas como webinars con los jóvenes que aún están en casa. Además, muchas de las empresas con las que trabajamos han concedido permisos a los jóvenes para quedarse en casa por su situación personal, pero en la mayoría de los casos se han mantenido los puestos de trabajo. No ha habido cambios a nivel laboral y eso es una gran suerte, contamos con empresas realmente comprometidas y estamos muy agradecidos por ello”. Además, todas estas posibles colaboraciones sirven como cumplimiento de la Ley General de Discapacidad en sus diferentes posibilidades. 

 COMUNICACIÓN Y RRSS

La situación sanitaria no solo perjudicó su manera de trabajar, sino también dificultó el dar a conocer la labor que esta fundación hace posible cada día. Porque parar nunca ha sido una opción para ellos. Por ello, parte muy importante de su estrategia durante la pandemia fueron y continúan siendo las redes sociales, que han ayudado a Prodis a seguir con su misión de una forma entretenida y eficaz, permitiendo que las empresas con las que trabajan supieran que ellos seguían ahí.

Así, durante estos meses de incertidumbre, todo el equipo trabajó codo con codo para potenciar su presencia en las redes sociales mediante iniciativas originales y creativas que pudieran sustituir a sus talleres o mesas redondas. “Fue una parte fundamental la comunicación en este caso porque nosotros nunca hemos dejado de hacer nuestro trabajo y esto hay que comunicarlo, ahora no se ve de la misma manera que antes. Entonces, lo planteamos así: muchas iniciativas en redes sociales, todas las noticias que se pudieran sacar y poco a poco ir comunicando lo que hace cada departamento para que se vea que seguimos con nuestro trabajo aunque sea de manera online”, así lo explica Rebeca Gonzalez, miembro del equipo de comunicación de Prodis.

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Entre las diferentes iniciativas llevadas a cabo por el departamento de comunicación para conseguir este fin, una de sus ideas más creativas fue el #ArtChallengeProdis, que consistía en que las personas de la fundación recrearan diferentes obras de arte desde sus casas, empleando, para ello, todo tipo de objetos cotidianos. Este challenge ha sido una gran idea para conseguir divertirse de manera remota y seguir fomentando esa sensación de unidad tan necesaria. En este sentido, Almudena Escrivá destaca que el objetivo de esto era “trabajar las emociones en pandemia a través de la cultura del arte. Lo que supone trabajar 360º con los jóvenes con algo con lo que ellos se pudieran identificar”. 

De esta misma manera, su reinvención va más allá para tratar de sumergirse en nuevas plataformas donde ser creativos y lograr estar donde haya más posibilidad de dar visibilidad a lo que hacen. Asimismo, según Rebeca, la responsable de comunicación, “plataformas como Twitch o TikTok nos ayudan a conectar con un público más joven para que conozcan la fundación”. La idea es darle un toque personal a la información para que quede estético y visual, a la vez que se muestra de manera clara su mensaje.

Reconocida y galardonada durante numerosos años, Fundación Prodis se ha convertido en todo un referente de solidaridad e innovación. A partir de programas y becas, el trabajo de muchos años da sus frutos y muestra la importancia de seguir promoviendo valores tan importantes como la inclusión, la justicia y la igualdad incluso en tiempos convulsos como los que estamos viviendo.

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