Tal y como adelantábamos ayer, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirán por segunda vez el próximo 9 de julio en el Palacio de la Moncloa con, seguramente, las brasas del incendio a cuenta de los indultos a los condenados por el ‘procés‘ todavía calientes.
Desde su último encuentro, el pasado mes de septiembre, las desavenencias entre ambos mandatarios no han dejado de crecer, llegando a su punto culmen esta semana con la medida de gracia dictada por el Gobierno central, que ha llevado a la líder regional de la Comunidad de Madrid a leer una declaración institucional en la que acusa a Sánchez de «humillar» a los españoles.
Ayuso trasladará a Sánchez en la reunión que, dado que «la mayoría de los empresarios catalanes están a favor de estos indultos y del camino hacia la independencia», «que lo sufraguen ellos con su dinero y no los empresarios, los autónomos y el contribuyente madrileño».
Ayuso teme un ‘efecto cascada‘ y cree «esto va a ir a más y, además, va a ser costosísimo», ha pronosticado, quien ha estimado que «no tardaremos en ver a otros líderes socialistas hablando de lo mismo en sus regiones», lo que, a su juicio, «nos lleva a un proceso gravísimo».
También trasladará a Sánchez en la reunión la necesidad de poner en marcha planes para ayudar a las familias e impulsar la maternidad y la natalidad, promover acuerdos de Estado en materias como las relaciones entre los empresarios y los trabajadores, y las inversiones en Cercanías.
Reuniones incómodas
El clima político en el que se celebró la anterior reunión entre ambos dirigentes, que tuvo lugar el 21 de septiembre en la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, no fue mucho mejor que el actual, ya que acabó en un enfrentamiento entre ambas administraciones por desavenencias sobre la gestión de la pandemia, pese a que inicialmente se convocó para buscar vías de cooperación.
Aunque Ayuso se convirtió en azote al Gobierno ya en los peores meses de la pandemia, con críticas a las decisiones del Ejecutivo central, la relación entre Moncloa y Sol empeoró tras esa reunión, con la declaración del estado de alarma solo para la Comunidad de Madrid en octubre.
Después se han sucedido recursos en los tribunales e infinidad de reproches y críticas a la Comunidad de Madrid por las medidas para contener la pandemia, que generaron recelos por su flexibilidad con respecto a otras autonomías.
La nueva reunión del 9 de julio se celebra tras la toma de posesión de Ayuso tras las elecciones autonómicas del 4 de mayo y dentro de los encuentros que Sánchez mantendrá con otros presidentes autonómicos.
Con Ayuso, al igual que con los otros representantes autonómicos, según el Gobierno, Sánchez dialogará «sobre las cuestiones más importantes y urgentes de sus respectivos territorios».
Añade que el Ejecutivo entiende estos encuentros «como un intercambio necesario sobre las principales necesidades y aspiraciones de los ciudadanos y ciudadanas» de cada comunidad.
Foto portada: Comunidad de Madrid
