Los ‘baby boomers’ temen que pertenecer a la generación nacida entre 1957 y 1977 les pueda perjudicar en el momento de la jubilación. Así se desprende de la última encuesta sobre pensiones y hábitos de ahorro elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones. El 76% de los entrevistados en Madrid considera que la vida de los jubilados de su propia generación será peor que la de los actuales jubilados. La mayoría piensa que tendrá que jubilarse más tarde y percibirá una menor pensión.
La del ‘baby boom’ es una generación muy numerosa, que comprende a los españoles que hoy tienen entre 44 y 64 años. La progresiva entrada en la jubilación de esta generación supone un reto para la sostenibilidad del sistema de pensiones, no solo porque constituye un grupo de población muy voluminoso (13,3 millones de españoles y 1,4 de extranjeros) y en la que la proporción de mujeres que trabajan remuneradamente es mayor que en ningún otro periodo de la historia del que se tenga registro, sino también porque sus miembros han tenido, en términos generales, carreras laborales largas con sueldos relativamente elevados. Y eso conlleva pensiones más altas, que tendrán que financiarse con las cotizaciones de generaciones mucho menos numerosas.
La X Encuesta del Instituto BBVA de Pensiones se ha centrado en las perspectivas de jubilación de la generación del ‘baby boom’, los nacidos entre 1957 y 1977, periodo durante el cual la media anual de nacimientos alcanzó los 668.000 (téngase en cuenta que, en el quinquenio previo a la pandemia [2015-2019], la media anual de nacimientos se situó en 391.0000). De las 3.391 entrevistas online efectuadas en septiembre y octubre de 2021, 490 corresponden a ‘baby boomers’ residentes en Madrid.
Aunque el concepto de ‘baby boomer’ no está muy extendido entre la población entrevistada, en Madrid es más popular que en el conjunto del país (un 55% afirma haber oído hablar de este concepto, porcentaje superior al que arroja la encuesta nacional: 49%). Y también la conciencia de que ser un ‘baby boomer’ les penalizará durante la jubilación se halla más extendida entre la población encuestada en Madrid: el 66% de los entrevistados así lo piensa (61% en el conjunto de la muestra).
Los ‘baby boomers’ anticipan un empeoramiento de su jubilación respecto a la de quienes hoy ya la disfrutan. En efecto, prevén que su generación va a sufrir perjuicios en la jubilación, trabajando durante más años y asumiendo reducciones en la pensión.
En concreto, ocho de cada diez entrevistados (activos; es decir, que trabajan o están desempleados) en Madrid piensan que van a tardar más años en jubilarse (82%), en tanto que dos de cada tres creen que van a cobrar pensiones más bajas (67%). No llegan a 1% los que temen no percibir pensión alguna, pero un 57% alberga dudas respecto a si cobrará la prestación vitaliciamente (es decir, desde el momento de la jubilación hasta el final de sus días). A no pocos de los entrevistados (activos) les caben incluso dudas respecto a la estabilidad de su propio empleo: aun cuando un 57% cree que lo mantendrá hasta la jubilación, más de cuatro de cada diez no lo creen (23%) o no lo saben (20%).
Pese a todo ello, como generación, los ‘baby boomers’ se consideran beneficiarios y transmisores del progreso social: el 72% de los entrevistados en Madrid piensa que su vida hasta ahora ha sido mejor que la de sus padres, y dos terceras partes (67%) de los que tienen hijos opinan que, hasta el momento, sus hijos han podido disfrutar de una vida mejor que la que ellos mismos tuvieron cuando contaban la misma edad. No obstante, un 76% considera que la jubilación de su propia generación será peor, comparada “con la vida de los actuales jubilados”.
Si bien los entrevistados (activos) en Madrid se muestran mayoritariamente preocupados por su jubilación (a dos terceras partes les preocupa “mucho” [25%] o “bastante” [43%]), a muy pocos les gustaría trabajar más allá de la edad de jubilación (un 78% expresa disconformidad con esa posibilidad). Es más, un 45% se manifiesta “muy de acuerdo” con la posibilidad de “jubilarse tan pronto tenga asegurada una pensión de jubilación que le permita cubrir sus gastos básicos” (unidos a los que se manifiestan “bastante de acuerdo” con esta afirmación, representan el 75% de todos los entrevistados [activos] en Madrid).
Ante la pregunta sobre la edad a la que les gustaría jubilarse “siendo realista”, un 22% de los entrevistados (activos) en Madrid dice no haberlo pensado, mientras que siete de cada diez (70%) indican edades por debajo de la actual edad de jubilación ordinaria (66 años). De hecho, la media de las edades que indican como las preferidas se sitúa en los 63 años Cuando a los que no creen que puedan jubilarse a la edad que desearían (73%) se les pregunta si estarían dispuestos a trabajar por encima de la edad ordinaria de jubilación si la Seguridad Social les pagara, por cada año añadido, un cheque de aproximadamente un tercio de su salario anual, la opinión se divide entre quienes muestran una disposición favorable (35%), quienes rechazan esa opción (31%) y quienes “no saben” (34%).
En cuanto a lo que cobrarán al jubilarse, el desconocimiento es generalizado. Casi tres cuartas partes de los entrevistados (activos) en Madrid cuentan con alcanzar los años de cotización necesarios para percibir una pensión completa (60%), o ya los han alcanzado: (9%), mientras que casi una cuarta parte (23%) no confía en completarlos (y un 8% no lo sabe). Pero tres de cada cuatro (77%) carecen de una idea aproximada de cuál será el importe de su pensión. Y entre quienes dicen tenerla (22%), uno de cada tres (33%) no sabe indicar un porcentaje aproximado de lo que supondrá su futura pensión respecto al actual salario.
En todo caso, casi dos de cada tres ‘baby boomers’ (activos) en Madrid creen que cobrarán menos de lo que han cotizado durante su vida laboral (64%). La encuesta muestra, una vez más, que entre la población prevalece la idea (equivocada) de que los jubilados españoles cobran menos de lo que aportaron a la Seguridad Social: solo un 23% piensa (correctamente) que, en general, los pensionistas actuales cobran más que lo que (sus empleadores y ellos mismos) cotizaron a la Seguridad Social cuando trabajaban; la proporción de quienes piensan que cobran menos supera los dos quintos (41%), mientras que un 28% reconoce que no lo sabe.
Este dato permite suponer que los ‘baby boomers’ respaldarían una pensión que “devolviera” lo cotizado a la Seguridad Social durante toda la vida laboral. De hecho, cobrar en función de lo aportado es una idea que goza de amplio apoyo, siempre que se garantice un umbral mínimo: un 73% de los entrevistados en Madrid piensa que debería haber una pensión mínima, “pero después que cada persona cobre en función de lo cotizado a la Seguridad Social”.
Como otras generaciones previas, la del ‘baby boom’ también contará mayoritariamente con la pensión pública como único ingreso durante la jubilación. Así lo declara el 49% de los entrevistados (activos) residentes en Madrid, mientras que un 28% afirma que contará con algún ingreso adicional. De estos últimos, en torno a seis de cada diez indican que esos ingresos procederán de un plan de pensiones o de jubilación individual (59%); un tercio afirma que provendrán de rentas de inmuebles diferentes a aquel en el que residen (35%), casi una cuarta parte menciona los fondos de inversión (23%) y una proporción similar, los planes de pensiones de empresa (22%).
El máximo de aportación a planes individuales es escaso, según la mayoría de aportantes
El 52% de los ‘baby boomers’ de Madrid afirma carecer de ahorros para su jubilación, mientras un 43% sí los tiene, pero ignora si serán suficientes para cubrir las necesidades que les puedan surgir durante ese periodo (solo el 5% considera que el volumen de sus ahorros para la jubilación le permitirá cubrir esas necesidades). En cuanto a los vehículos de ahorro, el 16% de los entrevistados en Madrid cuenta con un plan de pensiones individual (suscrito en todos los casos antes de los 50 años). Entre los que tienen un plan individual, un 63% aportaba anualmente menos de 2.000 euros antes de que en 2021 se redujera el importe de las aportaciones a los planes de pensiones individuales. Ahora bien, superan el 70% los que califican la cantidad que se puede aportar en 2021 (2.000 euros) como “muy escasa” (25%) o “escasa” (46%). En cambio, a siete de cada diez entrevistados con planes de pensiones de empresa (69%) les parece “adecuada” la cantidad que las empresas pueden aportar para sus trabajadores (hasta 10.000 euros al año), mientras que a casi cuatro de cada diez les resulta “escasa” (21%) o “muy escasa” (7%).
Al menos cuatro de cada cinco ‘baby boomers’ entrevistados en Madrid (84%) consideran necesario garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, tal como prevé el proyecto de ley de reforma de las pensiones que ha presentado el Gobierno al Congreso. Un 53% se declara dispuesto a pagar más impuestos para hacer efectiva esa garantía, mientras que un 44% rechaza esta opción. Preguntados por las partidas de gasto de las que recortarían, si ello fuera necesario para mantener el poder adquisitivo de las pensiones, siete de cada diez responden que no reducirían el gasto de ninguna partida social o de protección medioambiental (71%), si bien un 23% aceptaría recortes en medio ambiente, y un 14%, en prestaciones sociales a los desempleados.
