La polémica por la cuestión lingüística en algunas regiones de España se ha recrudecido en las últimas fechas, espoleado sobre todo por el hostigamiento a un niño de cinco años en la localidad catalana de Canet de Mar, después de que su familia solicitara que se le aplicara el 25% de enseñanza en castellano.
Un hecho que no ha pasado desapercibido para las autoridades y, en este caso, para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha ofrecido los centros escolares de la región para que «en caso de que estos niños se queden descolgados a mitad de curso por motivos de acoso» puedan ser «inmediatamente escolarizados aquí».
La líder regional ha lamentado «que se le esté negando a muchos niños su derecho constitucional a recibir su educación en español», mientras ha subrayado que «cualquier niño, cualquier escolar que en España sea acosado porque quiere seguir estudiando en español, que es su derecho constitucional, sea en Cataluña, en Valencia, en Baleares, en Navarra, en el País Vasco, en cualquier otro rincón de España… que sepa que, desde luego, si así quieren, pueden ser inmediatamente acogidos en colegios de la Comunidad de Madrid».
«Dar la razón a los independentistas»
Sin embargo, no es, para Ayuso, la solución, ya que «esto es darle la razón y, sobre todo, darles alas a los independentistas«, provocando que estas familias «se vayan de Cataluña y que se vayan de todas estas comunidades autónomas los españoles que no quieren que le secuestren su país por la puerta de atrás».
La líder regional también recordó su intención de presentar una ley Maestra que de la posibilidad de firmar convenios con distintas instituciones, «también en Cataluña», para que los niños en paralelo puedan estudiar y puedan recibir recursos, hacer intercambios de alumnos para seguir en español formándose en paralelo con sus clases convencionales en los colegios.