Hoy es día 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, día en el que tanto pequeñas como grandes, salen a las calles a reivindicar sus derechos, esos mismos que les son arrebatados día tras día, por el simple hecho de ser mujer. Salen a pedir la igualdad, de ahí el nombre de feminista, ya que, aunque muchas personas lo confundan no se trata de superioridad, si no de equidad.
¿Porqué en el siglo XXI tenemos que seguir reivindicando que se nos trate por igual al hombre y la mujer? A pesar de que la sociedad ha avanzado, y que las brechas entre el hombre y la mujer son menores que las de antiguamente, aún queda mucho camino por recorrer. No podemos conformarnos con una sociedad que va en camino de la igualdad, no, tenemos que conseguir que esa igualdad sea efectiva y no haya diferencias en cuanto al trato, el salario, la libertad y una lista sinfín de cosas, por las que la ansiada equidad no termina de existir.
Una pregunta que ronda por mi cabeza día a día y que aún sigo tratando de encontrar la respuesta es, ¿por qué sigue habiendo personas que piensan que son superiores, por el simple hecho de que su sexo biológico sea el masculino?
Cada vez que trato de responder a la pregunta comienzo a recordar lo siguiente, la persona que fundó la primera universidad en el mundo, fue Fatima Al-Fihri.
La primera persona que fue pionera en el campo de la radioactividad y que descubrió dos elementos muy importantes, el Polonio y el Radio, fue Marie Curie.
La persona que revolucionó el mundo de la moda y las altas costuras, en el periodo de entre guerras, fue Coco Chanel.
La persona que intentó el primer viaje aéreo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial, fue Amelia Earhart.
La persona que revolucionó el mundo del arte y el de la política, fue Frida Kahlo, entre otros muchísimos más nombres que conformarían una lista infinita.
Todas ellas son diferentes, tienen diferentes culturas, nacionalidades, religiones, formas de vivir… pero hay una cosa que comparten y es que son mujeres, mujeres pioneras en descubrimientos, en revoluciones y en luchar por la igualdad, para que sus futuras generaciones se encontraran con un futuro mejor al que ellas vivieron.
Han luchado para que tengamos el derecho a estudiar, a votar, a ser escuchadas, a participar en política, a ser grandes empresarias y tener cargos importantes, y sobre todo para que seamos respetadas.
Por todos estos motivos, es importante que tanto nosotras, como las próximas generaciones, sigamos luchando para que un día despertemos en un mundo más tranquilo, más igualitario, más libre, sin violencia de género, sin que haya una disposición a creer en la superioridad del sexo biológico masculino, sin piropos y silbidos innecesarios, en definitiva, un mundo mejor, un mundo feminista.
Porque somos fuertes, inteligentes, respetables, emprendedoras, buenas trabajadoras y sobre todo feministas. El 8 de marzo es nuestro día, es tu día mujer.