El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde definitiva a la nueva ordenación del Club de Campo Villa de Madrid para adaptarlo a las actuales necesidades actuales de los distintos deportes que se desarrollan en el recinto, mejorando su ordenación y ampliando las edificaciones que así lo requieran.

El plan revisará la ordenación actual para delimitar nuevas áreas de movimiento con el fin de mejorar la calidad del servicio, así como proteger el paisaje urbano y natural del propio conjunto del Club de Campo, que se encuentra catalogado como Bien de Interés Cultural.
El objetivo es, por tanto, revitalizar las infraestructuras, las instalaciones y los servicios y conseguir así una moderna y correcta práctica de los deportes y competiciones tanto nacionales como internacionales que se celebran en el ámbito.
En concreto, contempla nuevas áreas para instalaciones de tenis, boxes de hípica, gradas de squash, pabellones auxiliares, gradas de equipamiento para el hockey, la cubrición del aparcamiento, la ampliación de los talleres o una renovación de los picaderos, entre otras.
Un lugar de ocio y deporte (casi) centenario
El club, situado en la carretera de Castilla, fue inaugurado oficialmente en 1931 y cuenta con una superficie de 250 hectáreas, en las que se puede practicar tenis, pádel, squash, golf, hípica, hockey, patinaje artístico o vóley playa, entre otros deportes. También hay espacio para el ajedrez o el bridge o para hacer rutinas en el gimnasio.
Junto con las pistas deportivas, el recinto también dispone de una carpa para la celebración de eventos, bares y restaurantes, zonas infantiles, un área canina, sala de lectura y salones de estar.
Además, cuenta con edificios importantes desde el punto de vista de la arquitectura como el Club Social de Golf, construido en 1955, y el Club Social de Tenis, de 1961, obra de los arquitectos Luis Gutiérrez Soto y Jose Antonio Domínguez Salazar. Ambos se han incluido en la ampliación del Catálogo de Edificios Protegidos, llevada a cabo por el Área de Desarrollo Urbano.