Aunque las piscinas sean una de las opciones más socorridas (y cómodas) para remojarnos en verano, lo cierto es que la mayoría de madrileños coincide en que siempre merece la pena hacer una escapada para disfrutar de un refrescante chapuzón en una zona natural de baño.
Y, en este sentido, la Comunidad de Madrid ha sido reconocida por la Unión Europea por contar con cuatro zonas naturales aptas y seguras para este objetivo, con agua de calidad. Estas áreas son el embalse de San Juan, con dos áreas de disfrute – El Muro y Virgen de la Nueva – ambas clasificadas como excelentes; la Playa del Alberche, Las Presillas y Los Villares, que tienen una calificación buena para el recreo. El período de uso autorizado en todas ellas se extiende hasta el 15 de septiembre.
Es importante mencionar que desde 2016 está prohibido el baño en la zona del río Manzanares – La Charca Verde debido a razones de protección ambiental. Tampoco está permitido el baño en el resto del curso de esta corriente fluvial.
La calidad del agua en estas áreas se evalúa mediante análisis y calificaciones realizadas por la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad antes del inicio de cada temporada, para lo que se llevan a cabo inspecciones y toma de muestras para asegurar las condiciones higiénico-sanitarias.
Con este objetivo, la Consejería de Sanidad efectuará 50 controles durante esta temporada en los cinco puntos de muestreo de estas zonas para descartar posibles contaminaciones microbiológicas. Los ayuntamientos tienen la responsabilidad de señalizar y advertir a los posibles usuarios sobre las prohibiciones, si las hubiera.
Claves para un año seguro
Aunque en todas estas zonas naturales está permitido el baño, es esencial que los bañistas eviten acudir a zonas no autorizadas o desconocidas, ya que podrían presentar riesgos para la salud debido a microorganismos nocivos o peligros de ahogamiento, golpes, cortes o quemaduras. Se recomienda utilizar protector solar, especialmente con los niños, y entrar al agua de manera gradual. También es importante no bucear o saltar en aguas turbias, mantenerse hidratado y evitar el abuso de bebidas alcohólicas.
La calificación de las zonas de baño naturales cumple con los requisitos establecidos por la Unión Europea en cuanto a calidad, afluencia de bañistas y disponibilidad de instalaciones adecuadas. La Consejería de Sanidad califica anualmente estas áreas, y los resultados se envían al Ministerio de Sanidad, que, a su vez, los remite a la Comisión Europea, siguiendo las regulaciones establecidas por la UE desde la década de los años 80. Para obtener información actualizada sobre la calidad de las playas naturales, se puede acceder a través de la web habilitada.