Creo que lo voy entendiendo… lo que hasta hace poco no entendía en absoluto, de pasar de considerarse socialista a votar a Vox, como he visto en un puñado de casos.

Lo siento, pero lo de cuatro lenguas en el Congreso me parece tan esperpéntico, tan ridículo, que me da vergüenza ajena… y me pone de mala hostia. Y vi a Vox posar, a modo de protesta, los aparatejos esos para tener que entender, con intermediación y malgasto económico, a quien sabe hablar perfectamente español… y creo que por primera vez sentí simpatía por Vox.

Bueno… por segunda vez… porque en mi tierra Vox impidió que el alcalde del PP se pusiera sueldo máximo, y me pareció un buen gesto.

En la Diputación provincial de mi tierra, por ejemplo, el presidente sí que va a cobrar el máximo. La friolera cifra de casi noventa mil euros brutos al año.

Los sueldos de muchos políticos, con la que está cayendo para la gente de a pie, también ponen de mala hostia.

Cuando nos subieron la cuota a los autónomos con el pretexto de que así tendríamos derecho a paro, aplaudí al PSOE… pero tiempo después me enteré de la letra pequeña, y es que para tener derecho a paro el autónomo tiene que declarar meses de pérdidas y ¿Quién aguanta un negocio abierto con meses de pérdidas? Nadie. Es decir, que es un ficticio derecho a paro. Es cobrarnos más con buenas palabras, para seguir asegurando que los autónomos seamos la cloaca del mercado laboral. Y claro, esas cosas ponen de mala hostia.

En un momento de cabreo se le olvidan a uno las cosas que no son causa del enfado. Y si uno vota en un momento de mala hostia, pues puede ser socialista en general pero votar ultraderecha en particular. Se le puede olvidar a uno que Vox es antiaborto, antieutanasia, antianimales, antimujeres, anticolores, etc…

Si por lo que se ha pillado uno el cabreo es por lo grotesco de meter cuatro lenguas donde todos hablan una, pues uno puede decir ¡A la mierda! ¡Voto al que más en contra está de eso! Y si toca votar, pues pallá que va un voto sensacionalista, pero que cuenta.

Yo por ejemplo acabaría si acaso con el voto en el PP, pero los hay con menos temple o con más cabreo, tal vez envenenados por el torrente de desinformación que circula por Internet. Creen todo lo malo que se cuenta de los inmigrantes y otras de las contracausas típicas de la ultraderecha, o se cabrean con lo moderado de la izquierda con los okupas, o con eso de extrema izquierda de regalar dinero a manos abiertas fomentando, quizás, el mangarla… y claro, se ponen de mala hostia.

Y parece claro que no llegaremos a votar otra vez en los próximos meses, porque el PSOE parece dispuesto incluso a la amnistía de alborotadores independentistas para poder gobernar, olvidando que a los que va a perdonar fueron unos perturbadores sociales que la liaron muy gorda, y que no fue mucho más grave solo porque hubo tiento desde el gobierno central.

Pero si tocara votar, aquí hay uno más de izquierdas que ahora mismo no ve razones para votar izquierda… y bueno, la verdad es que tampoco para votar a la derecha… pero qué lástima de política la de estos tiempos, joer….