Unos restos arqueológicos que podrían datar de los siglos XVI y XVII hallados durante las obras para sanear la ornamentación y arbolado de El Retiro, demorarán alrededor de dos meses la remodelación del parque.
El camino que unía Vicálvaro con Madrid y la ermita de la Magdalena, una de las siete que se ubicaban dentro del Parque de El Retiro, serían los orígenes de estos restos que retrasarán mes y medio o dos meses las obras enmarcadas dentro del Plan Director del Arbolado de El Retiro.
«Lo que se produce ahora es un retraso de las obras porque hay que estudiar cuál es la mejor manera para acometer las obras respetando, por supuesto, esos restos», ha explicado este martes a los medios el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, en el paseo de México donde se han encontrado los hallazgos.
Carabante ha precisado que los restos del camino, se van a «tapar y señalizar para que quede constancia de que por debajo de este suelo hay unos restos arqueológicos», y los otros se está estudiando la «posibilidad» de que queden visibles porque «merece la pena».
«Creo que es una oportunidad de ver la historia de Madrid y en concreto la historia del Parque de El Retiro», ha dicho Carabante, quien ha recordado que las obras comenzaron en agosto, con un presupuesto de 1,4 millones de euros, y pretenden remodelar el paseo de México en El Retiro para «sanear la antigua ornamentación, las fuentes y sanear el arbolado del paseo».
El arqueólogo al frente de la obra, José Polo, ha resumido que hay dos zonas de hallazgo.
La primera sería ese antiguo camino de entrada a Madrid que llegaba desde Vicálvaro, un hallazgo «que se conocía de su existencia» aunque no se había «constatado arqueológicamente», ha explicado.
«Ahora mismo se están planteando otras actuaciones, como el empleo del georradar, para determinar su existencia en otra zona del paseo de México y ver la magnitud de este camino, de esta preparación de un camino que en un principio fue de tierra y ahora hemos constatado que estuvo preparado, encachado, con una estructura de escombros para poder transitar por él sin ningún tipo de problema», ha ilustrado Polo.
La otra zona en la que se han documentado restos arqueológicos ha sido en la propia entrada del parque, una «zona con unos muros de cimentación que pueden pertenecer, seguramente, a unas estructuras que habían en la zona pertenecientes a la ermita de la Magdalena o incluso anteriores«, ha apostillado.
«Ahora mismo estamos en el periodo de excavación y vamos a tratar de determinar la cronología exacta de todas las estructuras que nos están apareciendo, pero pensamos que podrían ser del siglo XVI o del XVII», ha añadido el arqueólogo.
