La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza se quedó con la miel en los labios este sábado al caer (6-4, 6-4) en la final del torneo de Wimbledon ante la estadounidense Serena Williams, un duelo que dominó en el primer set y que peleó hasta la derrota final, a manos de la número uno del mundo y seis veces ganadora ya del tercer grande del año.
La esperanza de ver a una española conquistando un Grand Slam por primera vez desde que Arantxa Sánchez-Vicario ganara en París en 1998 topó con Serena. Muguruza ya había hecho historia con su primera final de este calibre pero no tiró la toalla en búsqueda del título en el All England Tennis Club.
La tenista nacida en Caracas dominó el primer set, rompiendo a su rival a las primeras de cambio, pero la paulatina reacción de la yanqui le arrebató la manga. Asimilando aún el golpe psicológico, Muguruza pareció entrar en caída libre, pero con 5-1 en contra soltó el brazo y rozó la épica.
No permitió Serena un tercer set y cerró por la vía rápida su sexto título en la hierba londinense. La número uno del mundo volvió a ejercer su autoritario dominio en el circuito femenino. Es la segunda vez que Serena gana cuatro grandes consecutivos para sumar 21 y quedarse a uno del récord de la alemana Steffi Graf.
Los 22º podrían llegar en el US Open, lo cual supondría un nuevo hito para la estadounidense, conquistar los cuatro torneos Grand Slam en un mismo año. Estas cifras sin duda fueron las que desataron los nervios en Serena en el arranque de la final este domingo. Muguruza necesitaba un respiro en el nivel de su rival y lo encontró en los primeros juegos.
La tenista española, que entrará en el Top 10 de la WTA la próxima semana, se puso 0-2 arriba con grandes sensaciones. En el sexto juego, salvó dos bolas de break, el primer momento comprometido, para seguir dominando la final. Sin embargo, los errores menguaron en Serena y a partir de ese juego entró en racha. En el octavo la cabeza de serie número uno recuperó su saque y al resto se llevó la primera manga.
Muguruza no asimiló el vuelco en el marcador y en el segundo set sufrió de lo lindo. Aún no se quiso despedir la española y sin nada que perder dejó los nervios atrás hasta llegar a romper a Serena cuando ésta sacaba para cerrar la final. La ilusión de los tres juegos seguidos de fe, devolviendo todo y peleando hasta la última bola, se esfumó cuando en el décimo intercambio Serena se llevó la gloria al resto.
Veintiún años después de que Conchita Martínez tocara el cielo londinense, Muguruza –que había estado a la sombra de un discreto año que no respondió a las expectativas de 2014 y del gran momento de su amiga Carla Suárez– lo rozó con los dedos. Sin título pero con una final que relanza su figura y la del tenis femenino español, Garbi se fue con una ovación de La Catedral del tenis que no olvidará.