Es destino ideal para ir a pasar el día. Actualmente, la única manera de llegar al municipio es por carretera, no obstante, antiguamente tenía estación de tren. Respecto a la vegetación, está caracterizado por contener una variada y rica: pequeños bosques de pinos, encina y quejigo, tomillares, espartizales y en cauces del río encontramos chopos, sauces y olmos. Además, el clima continental hace que ésta sea abundante.
Es característico de Colmenar de Oreja su proyección histórica, pues por esta zona ha habido tanto asentamientos romanos, visigodos y musulmanes como tardíamente los reinos cristianos del norte.
Uno de los edificios famosos de la localidad es la Iglesia de Santa María La Mayor. Construída entre 1170 y 1184 por el primer Maestre de la Orden de Santiago, y ampliada en el siglo XVI, sirvió en un principio como lugar de culto y como edificio de defensa para la población de los ataques musulmanes de la ciudad vecina: Toledo.
En su interior hay que destacar sus paredes pintadas, en especial tres, dos donde el altar y una en la parte trasera, pertenecientes al pintor nacido en esta localidad Ulpiano Checa. Las obras representan La Anunciación, La Presentación y El Cristobalón, que han de observarse desde un ángulo oblicuo para verlas en la perspectiva que imprimió el artista. También no hay que irse sin haber visto es la cúpula de la Capilla Perdón o del Amparo.
En el corazón del pueblo encontramos su famosa Plaza Mayor. Pese a que tiene aspectos similares a otras plazas castellanas porticadas, ésta posee una personalidad propia pues los edificios se apoyan en columnas y pilastras de piedra de Colmenar. Está construida sobre un sistema de puentes y arcos que se elevan sobre el Arroyo Zacatín. Además, a su espalda, se localizan los jardines del Zacatín, donde podremos visitar el Arco del Puente del Zacatín que supera el desnivel que hay entre la villa y los arrabales.
Por sus calles respiramos un aire de paz y tranquilidad que hacen desconectar del bullicio de las ciudades a todos los turistas.
No hay que irse de Colmenar de Oreja sin comer y disfrutar de sus especialidades gastronómicas, tan intemporales como sus monumentos. Entre ellas podemos destacar las patatas chulas, las pozas (una especie de bocadillo), pisto vaquero o las pelotas de fraile. Además, el vino es lo famoso por excelencia. Colmenar de Oreja se encuentra entre bodegas y viñedos que fabrican uno de los mejores vinos.
Si te gusta comer, relajarte y parte de la historia de España, una escapada ideal de un día puede ser Colmenar de Oreja, que te da todo en uno.
