Parece que se ha instalado en el debate público español el asunto de las primarias y la aparente dicotomía entre la democracia representativa y la participativa. Estas formas de elección democrática no deberían ser incompatibles, sino complementarias. La representativa no es menos democrática que la participativa, y esta le añade frescura y profundidad en la representación a la primera.
Para la elección de candidatos que deban concurrir a elecciones generales mediante sufragio universal parece que está mejor indicado un sistema de primarias, en el que no hay intermediación en la representación; sin embargo, para la elaboración de las ponencias y los proyectos políticos que deben servir de base para ofrecer soluciones a los españoles en los próximos años, en un mundo cada vez más complejo y globalizado, parece mejor indicado un sistema democrático representativo, en el que todos los afiliados participen en la elección de aquellos que merecen su confianza para llevar a cabo esa importante labor en las comisiones o en el plenario de los congresos.
En el día de ayer los distritos de Madrid celebramos elecciones a compromisarios para el XVIII Congreso del Partido Popular a nivel Nacional, que se celebrará en Madrid del 10 al 12 febrero. Una cita de la máxima importancia que va a ser, sin duda, el congreso de la regeneración.
La jornada electoral fue un ejemplo de democracia interna y de representación directa en la que los afiliados hemos elegido a los compromisarios que representarán al conjunto de los afiliados del PP de Madrid.
Moncloa-Aravaca ha sido el distrito en el que ha habido mayor participación en la elección a compromisarios, lo que se debe sin duda a que es el distrito al que pertenece desde que se afilió Cristina Cifuentes.
La alta participación de los afiliados de Moncloa-Aravaca pone de relieve la ilusión que representa la presidencia de Cristina Cifuentes al frente del Partido Popular de Madrid, en los afiliados de Moncloa-Aravaca y, en general, de los de toda la Comunidad de Madrid.
Los que llevamos años comprometidos con nuestro partido no recordamos una participación tan alta -ni entusiasta- por parte de los afiliados, lo que muestra una vez más el músculo y el estado de forma actual del Partido Popular de Madrid.
El proceso electoral vivido ayer no sólo representa un espaldarazo a la nueva dirección del PP de Madrid, sino que avala y reconoce la gestión política de los presidentes y de los comités ejecutivos de los distintos distritos, más aún en un momento en el que parece que los ciudadanos de medio mundo llamados a participar en referéndums dan la espalda a los gobernantes, en la mayoría de las ocasiones más por las gestiones globales de sus gobiernos que por la propia cuestión por la que se les pregunta a los ciudadanos en los mismos. Es pertinente recordar al presidente francés De Gaulle hace ya más de cincuenta años cuando dijo que no volvería a hacer un referéndum en Francia porque él preguntaba a los franceses por una cuestión, y estos le contestaban por otra.
Ayer votamos en fin a los compromisarios que representarán a los afiliados en el próximo Congreso Nacional de febrero, compromisarios que desde hoy tenemos un mandato claro para sentar las bases de la regeneración, de la transparencia y de la mejora de la representación en nuestro partido.
Este es el mandato que llevaremos al Congreso del PP los 204 compromisarios que representaremos a los más de 97.000 afiliados del Partido Popular en la Comunidad de Madrid.
Álvaro Ballarín es el Portavoz de Economía y Hacienda del PP en la Asamblea de Madrid