Es muy fácil olvidar que se llevan lentillas en las ocasiones más insospechadas: en la ducha, en una piscina… o yendo a dormir. Según un estudio publicado por la edición de enero de ‘Annals of Emergency Medicine’, este hábito podría tener consecuencias muy perniciosas para la salud, como infecciones en la córnea.
LOS PELIGROS DE DORMIR CON LENTILLAS
El artículo ha sido publicado por Jon Fleming, profesor asistente del Departamento de Medicina de Emergencias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nuevo México. Este sostiene que esta costumbre no solo puede provocar infecciones, sino daños permanentes si no se trata a tiempo.
La pieza relata los casos de seis personas distintas, recogidos en un informe semanal de morbilidad y mortalidad de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades. Según Fleming, este comportamiento supone uno de los riesgos más comunes de los usuarios de lentes de contacto.
LOS CASOS
El informe estudia el caso de un hombre con visión borrosa que afirmaba haber dormido con lentillas durante gran parte de los días de la semana y, además, haber nadado con ellas. Esto tuvo consecuencias en su salud que pudieron tratarse, pero que tuvo que ser tratado por queratitis microbiana bacteriana y micótica.
Entre el resto de casos, destaca el de una adolescente que dormía con lentillas compradas sin receta y que desarrolló una úlcera corneal que provocó cicatrices. Otro caso, el de un hombre que llevó las mismas lentes durante dos semanas, tuvo que ser solucionado con un trasplante.
Por lo tanto, la prevención de infecciones a través del recambio de lentillas y su abandono a la hora de dormir se revela fundamental para una buena higiene ocular.