‘Goya, tres lecturas: la mujer, la guerra y el rostro’ es la nueva exposición que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando propone sobre el pintor y grabador español. Recoge al que han denominado el ‘Goya más Goya’, el de los grabados; una mirada diferente con la que el pintor quiso comunicarse con el pueblo.
Desde el 29 de septiembre y hasta el 2 de enero de 2021 la RABASF acoge esta muestra en la que, en palabras de Juan Bordes, académico delegado de la Calcografía Nacional, se pueden contemplar esas «historias secundarias que están contadas en los rostros» de los personajes que el pintor aragonés dibujó para denunciar las injusticias o para realzar las bondades de España.
Por eso, esta muestra -que reúne 50 grabados de la serie “Caprichos”, 28 de “Desastres” y 6 de “Disparates”– es una reflexión “crítica” en tres aspectos clave: el papel de la mujer, la crónica de la guerra y estudio de la fisiognomía (estudio del carácter a través del aspecto físico).

Los grabados de Goya en tres ámbitos
«Aquí está el Goya más Goya, el de los grabados, donde él quiere comunicarse con el pueblo», ha dicho Bordes. En concreto, la muestra da la bienvenida con los personajes femeninos, con esas mujeres a las que Goya hace “dueñas de la sensibilidad”. “Aquí se ve la manera en la que Goya la hace dueña de un catálogo de sentimientos muy extensos”, matiza el académico.
La segunda parte de esta exposición es una mirada a las estampas en las que el pintor aragonés reflejó el horror de la guerra y sus consecuencias. Una parte con la que Bordes, ha explicado, desde la RABASF se quiere demostrar que el artista “está presente en la sociedad”.
«He querido hacer un guiño a un visitante que dijo que Goya era un antipatriótico. Y Goya lo que quería era construir. No se ha comprendido el profundo amor a su país, lo que quería era denunciar para tener un país mejor», ha puntualizado.
Por último, la exposición hace hincapié en los rostros goyescos y su relación con los tratados de fisiognomía de coetáneos del artista. Una parte donde se puede ver cómo construye unos rostros muy alejados del inexpresivo semblante de los cortesanos, escondidos detrás de máscaras.
«Goya construye un rostro brutal con gran intuición a partir de las tres líneas de fisiognomía de la época: los animales, el rostro de los locos, y el caricaturesco», explica el académico y escultor sobre esta parte de estampas originales.