Cuando pensamos en el distrito de negocios de una ciudad, lo primero que se nos viene a la mente son esas imágenes de tantas películas de Hollywood con altísimos edificios de oficinas, gente con prisa eterna y la vegetación brillando por su ausencia. Un modelo que es muy habitual en distintas capitales occidentales y que, por fortuna, no replicará Madrid en el desarrollo urbano de Madrid Nuevo Norte.
Porque, aunque nuestra ciudad sí activará un epicentro de negocios (el “Distrito 22”) tendrá una serie de características únicas que lo alejarán del modelo anterior, el Central Business District tradicional, para adoptar un formato AMD, es decir, Affortable Mixed-use District. Un espacio de usos mixtos y accesible donde la gente pueda vivir, trabajar y disfrutar
Al fin y al cabo, la idiosincrasia de la Villa del Manzanares es muy distinta a la de otras grandes urbes. Los madrileños damos muchísima importancia al ocio, la cultura o la socialización, aspectos que no son compatibles con las zonas típicas de actividad económica, en las que solo hay vida de nueve de la mañana a siete de la tarde-Y, una vez acaba la jornada laboral, se quedan vacías.
Y aunque es verdad que Madrid necesita dar un paso adelante para competir en igualdad con las grandes plazas europeas, ya que a nuestra ciudad le falta un entorno para la actividad económica con suficiente oferta de oficinas, tiene que ser específica de una ciudad con características muy singulares.
Por ello, el objetivo de Madrid Nuevo Norte es habilitar espacios en este sentido donde no solo se puedan alojar oficinas de calidad, sino donde tengan un gran peso la vivienda (especialmente la asequible), las zonas comerciales, las zonas verdes y, en general aquellas dedicadas al esparcimiento.
Madrid Nuevo Norte, un “lujo” para todos los bolsillos
Vivienda y actividad económica no pueden entenderse, por tanto, de forma aislada. Esta es la razón por la que de las 10.500 viviendas que se van a construir en Madrid Nuevo Norte, el 38% estará en manos del Ayuntamiento de Madrid, que ya ha anunciado que las destinará a impulsar políticas de acceso a la vivienda mediante distintas fórmulas de alquiler protegido o de precio tasado.
No puede ser que esta zona, que pretende ser el nuevo epicentro de la metrópoli, esté restringida a las élites. Por ello, el porcentaje de vivienda pública que se construirá en este ámbito se eleva hasta el 62% de las 2.600 viviendas proyectadas. Un ecosistema en el que convivirán espacios de oficinas, residenciales, comerciales, y culturales. Y, muy importante, plenamente accesible, ya que los pisos para todos los bolsillos no se quedarán en una mera propuesta.
Una apuesta por la vivienda accesible que, siguiendo el modelo de ciudad de usos mixtos que es Madrid Nuevo Norte, se complementa con un ese gran centro de actividad económica del que hablábamos antes y un sistema de transporte público y movilidad sostenible que permita que más de 5 millones de personas puedan llegar a este centro de negocios de Madrid Nuevo Norte en unos 45 minutos.
Un pilar fundamental de esta ciudad accesible lo dictaminan, por supuesto, sus conexiones. Madrid Nuevo Norte es el primer desarrollo urbano que no se diseña para el coche, sino que lo hace en torno a una extensa red de transporte público. De este modo, el proyecto rompe barreras sociales, evolucionando la “ciudad de los 15 minutos” hacia la “región de los 45 minutos”, para dar acceso a los mejores puestos de trabajo a todos los madrileños y permitiendo una conexión a escala global.
Aún no hay ningún vecino residiendo, pero el proyecto de Madrid Nuevo Norte ya ilusiona. Muy pronto seremos testigos de un nuevo concepto de ciudad en el que todo el mundo será bienvenido… y protagonista.
