Una VPN o Red Privada Virtual (Virtual Private Network, por sus siglas en inglés), nos proporciona seguridad, privacidad y anonimato online. Es una herramienta excelente para proteger nuestras actividades digitales cotidianas, tanto a nivel empresarial como personal. Afecta a labores tan sencillas como enviar un correo electrónico y a otras más complejas como conectarse al panel de control del entorno cloud de nuestra empresa, sin que sea accesible desde Internet.
Las conexiones VPN no son un invento novedoso, aunque en este momento están comenzando a implantarse entre el gran público. Sus ventajas más tradicionales en el entorno empresarial, son su gran versatilidad y los múltiples usos, cada vez más populares, con grandes servicios como Surfshark.
Una VPN se define como una red privada virtual que permite crear una conexión segura y cifrada hacia otra red a través de Internet. Una de sus principales funciones es la de ocultar las direcciones IP, para que la actividad online prácticamente, no la pueda rastrear. Esto permite mantener la información privada y los hábitos de navegación del usuario lejos del alcance de otros usuarios o miradas poco deseables.
Cuando conectamos un dispositivo a una VPN, este actúa como si estuviese en la misma red. Esta es una manera, por ejemplo, de acceder de forma remota a recursos de red locales. Por otro lado, las Redes Privadas Virtuales, emplean la encriptación para que los datos enviados a través de la red se hagan ilegibles.
Así, todo el tráfico, o sólo una parte, se envía cifrado y seguro a través de un túnel de comunicación VPN. Visto de otra manera, la red privada virtual conecta un ordenador o cualquier otro dispositivo a otro ordenador –que actúa como servidor- y que está ubicado en cualquier lugar de Internet, para permitir al usuario navegar por Internet a través de su conexión a la red.
Principales utilidades de las conexiones VPN
Con esta descripción nos podemos hacer una idea de la gran cantidad de situaciones en las que nos puede resultar útil una conexión VPN. Es de sobra conocida su aplicación en los entornos corporativos, pero sus usos no terminan ahí. Vemos otros principales usos de las conexiones VPN.
Mayor seguridad
A pesar de no ser algo estrictamente necesario, por lo general las conexiones VPN van acompañadas de un cifrado de los paquetes que se transmiten a través de ellas, por lo que suele ser recomendable, cuando necesitamos conectarnos a un punto de acceso Wi-Fi público, conectarnos a ellas.
Conectarnos, por ejemplo, a nuestras cuentas bancarias habiendo realizado una conexión a una red WiFi pública en la que no confiamos, es algo muy poco recomendable. Para un delincuente sería relativamente sencillo capturar paquetes sin cifrar y hacerse con nuestras cuentas de usuario. No obstante, cuando confiamos en el servidor de VPN, también puede, de igual forma, capturar nuestro tráfico, guardar registros de lo que hacemos e incluso vender nuestro ancho de banda al mejor postor. Una VPN es tan segura y útil, como su proveedor.
Teletrabajo
Este es quizá, el uso más obvio de una conexión VPN. La interconectividad en redes que no están físicamente conectadas, como ocurre con los trabajadores que están en ese momento fuera de la oficina, o empresas con sucursales en distintas ciudades que necesitan acceder a una única red privada.
Desde el punto de vista de la seguridad, permitir el acceso indiscriminado a la red propia de una empresa desde Internet, es poco menos que una locura. A pesar de que el acceso esté protegido con una contraseña, podría ser capturada en un punto de acceso WiFi público o estar a la vista de un observador con malas intenciones.
Censura y bloqueos de contenido
Con la implantación de Internet y la consiguiente picaresca, tanto de los proveedores de contenidos, como de los usuarios, se han popularizado otros usos más lúdicos de las conexiones VPN, muchos de ellos con relación con un concepto muy simple: el hecho de falsear dónde estamos.
Al conectarnos con VPN, nuestro dispositivo se comunica con el servidor VPN, y es éste el que habla con Internet. Si, por ejemplo, estamos en España, y nuestro servidor VPN se encuentra en Francia, los servidores web, por lo general, creerán que estamos navegando desde este segundo país, dejándonos acceder a los contenidos disponibles sólo allí, como ocurre en plataformas como Amazon Prime o Netflix.
De la misma forma, esto se puede usar para acceder a aquellos contenidos que estuvieran censurados o bloqueados en nuestro país, pero no allí donde se encuentra el servidor VPN. Esta es la manera mediante la que millones de ciudadanos chinos se conectan a Facebook y otras 3.000 webs bloqueadas en el país asiático.
Descargas P2P
Otro de los usos comunes de las conexiones VPN está en las descargas P2P, que en estos tiempos suele convertirse en descargar desde BitTorrent. Las conexiones VPN tienen usos en la descarga P2P, aunque realicemos descargas completamente legales. Determinados proveedores bloquean las descargas P2P, mientras otros sencillamente lo boicotean para que tenga mal funcionamiento y nos rindamos por nosotros mismos.
¿Por qué necesitamos una VPN?
Como hemos señalado, las VPN se emplean para proteger nuestra conexión en redes públicas, para navegar con total privacidad. De igual forma, cuando vamos de viaje, podemos acceder al contenido de nuestra casa, mientras viajamos por el mundo. Con una VPN en nuestro dispositivo, no nos perderemos nunca la publicación de un amigo en las redes sociales.
A las agencias gubernamentales, los vendedores y los proveedores de servicios de Internet, les encanta rastrear y recopilar nuestro historial de navegación, mensajes y otros datos privados. ¿Cuál es la mejor forma de ocultarlos? Utilizar una VPN para no revelar nuestros datos.
En el caso de que nos guste jugar online, gracias a ellas, podemos olvidarnos de los ataques DDoS y la estrangulación del ancho de banda. Algunas funciones de las VPN, nos permiten organizar LAN parties virtuales y seguras, con los amigos. Si vamos de compras, también podemos evitar los precios orientados, los sitios web falsos y los ataques de cebo y cambio con una VPN. Y a la hora de hacer streaming, podemos disfrutar de nuestras series favoritas sin ralentizaciones y sin pérdidas de conexión.