El Ayuntamiento de Madrid ya ha preparado oficiosamente la fiesta del Orgullo Gay de este año, que tendrán lugar del 1 al 5 de julio, y pretende desplegar un modelo que «ocupe algunas zonas más de la ciudad» de cara a «descongestionar» el barrio de Chueca, además de aumentar efectivos de seguridad y medios de limpieza.
Los datos concretos sobre la celebración de este evento esterán listos a comienzos de esta semana. «Queremos que sea el mejor Orgullo y el Ayuntamiento quiere ayudar y trabajar en favor del Orgullo», explicó el concejal-presidente del distrito Centro, Jorge García Castaño, que el pasado viernes, junto al concejal de Seguridad, Emergencias y Salud, Javier Barbero, se reunió con los jefes de los distintos departamentos municipales implicados en el desarrollo de los distintos eventos, de cara a la coordinación de seguridad, limpieza, cuidado de parques y jardines y emergencias médicas.
Los convocantes del Orgullo tienen este lunes una reunión con la Delegación del Gobierno sobre la ruta que seguirá la manifestación, y que si no se producen cambios de última hora, será la misma que el año pasado.
Los nuevos responsables del Consistorio han pedido varias actuaciones al Consorcio de Transportes: a Metro Madrid que aumente las horas de funcionamiento del suburbano, una mejor comunicación a la ciudadanía de los posibles cambios que pueda haber en el transporte público provocados por el corte en algunas calles principales, o la previsible desviación de las cabeceras de los autobuses nocturnos.
El Gobierno de Manuela Carmena apuesta por un modelo de Orgullo que «ocupe algunas zonas más de la ciudad para descongestionar el barrio de Chueca, por motivos de seguridad y por el ruido a los vecinos».